Isaías Villa González*.
El domingo 12 de junio Morena realizó en Toluca un mitin, donde se confirmó el campanazo de salida para los 3 destapados de AMLO, sus “corcholatas” como les nombró. Oradores centrales, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, fueron tratados como candidatos abiertamente, en competencia de porras.
Inmediatamente ocurrió una suerte de “cargada”, no solo de voceros del oficialismo, sino también de otros comunicadores y analistas, otrora serenos y prudentes. “Se acabó, Morena arrasará en la elección presidencial de 2024; la oposición está muerta”, dijeron, más o menos, acaso con matices en el entusiasmo.
Creo, y quizás pueda coincidir con otros que, como las bebidas embotelladas, envases abiertos con tanta anticipación pueden perder gas… y luego resultar inservibles.
Por supuesto que la oposición debe(mos) hacer lo propio. Establecer ruta, revisar y fortalecer directivas partidarias, detonar iniciativas políticas y legislativas. Y sobre todo construir con la sociedad acciones que garanticen piso parejo real y legalidad en la competencia electoral, una plataforma alternativa y un procedimiento participativo para decidir la candidatura presidencial unitaria de la oposición.
Para Morena y aliados, un destape tan anticipado sabiendo que habrá dedazo, implica múltiples riesgos de desgaste y división. En el antiguo régimen presidencialista y de partido-agencia electoral, que el presidente busca revivir, había mayor cuidado. El “gran elector” tejía los acuerdos necesarios sin propiciar confrontación ni perturbación social mayor. Ahora no solo se atropellan los tiempos políticos y legales electorales. Se desata una pelea que sin duda tendrá resultados negativos difíciles de manejar.
Ya el monrealismo acusa a Claudia Sheinbaum por el arbitrario encarcelamiento de José Manuel Del Río Virgen, ejecutado por el sátrapa Cuitláhuac García en Veracruz. Y el propio Ricardo Monreal reacciona frente a su exclusión.
De entrada coincide con diversas voces de la oposición y de la opinión pública, que han señalado que los precandidatos de Morena, “el club de las corcholatas”, está incurriendo en ilegales actos anticipados de precampañas y de campañas. Y ciertamente, en Toluca las menciones y porras, los materiales publicitarios circulados, los discursos de Claudia, Marcelo y Adán Augusto son elementos claramente considerables como expresiones de proselitismo. Y legalmente pueden sancionarse, con la propia inhabilitación de los mencionados como posibles candidatos.
Poner a competir abiertamente a quienes ejercen cargos públicos es totalmente ilegal e inmoral, y vulnera el normal desempeño de la administración pública. Significa una exhibición ventajosa, que rompe con la equidad en la contienda. También evidentemente conlleva el desvío de recursos públicos (dinero, personal, infraestructura y equipo) hacia el
proselitismo de aquellos funcionarios públicos. Y les distrae de sus responsabilidades principales.
La Cd. de México se desborda de problemas (inseguridad, contaminación, servicios deficientes), mientras Claudia Sheinbaum se desentiende en su proselitismo. La política exterior se somete sin convicción a un criterio pendenciero, contaminante y contrario a derechos humanos. Y el responsable de la política interior anula su interlocución con la pluralidad nacional, por el mismo motivo: lo principal es no molestar al gran elector.
Así, las legítimas exigencias de la ciudadanía y de la oposición contra Claudia, Marcelo y Adán Augusto, para que renuncien a sus cargos se estarán presentando recurrentemente.
También las presiones hacia los órganos electorales, a fin de que vigilen, investiguen y sancionen conductas derivadas de esa calentura, para ceñirlos estrictamente a los tiempos legales de las precampañas y las campañas presidenciales.
AMLO y Morena están acostumbrados a atropellar a la ley; la sociedad y la oposición están obligadas a hacer valer las instituciones, recurriendo inclusive a foros internacionales. Y en esas tensiones, y las propias de la soterrada (y no tanto) confrontación entre los simpatizantes de las “corcholatas destapadas”, mucho gas se les puede escapar. Al tiempo.
*Fundador y Consejero Nacional del PRD.