Raúl Flores Martínez.
Los hechos de violencia que se están dando en la comunidad de Petaquillas y parte de Chilpancingo, Guerrero; es una batalla entre las organizaciones locales conocidas, como “Los Ardillos” contra los “Tlacos” dedicados al secuestro, cobro de piso, extorsión y trasiego de estupefacientes.
La pregunta es ¿Por qué se desató la violencia en esta zona? Esto se debe a las rutas de la droga que parten de la región de la montaña a otros estados del país, esa ruta donde la heroína, sigue siendo la principal droga que baja de la montaña de Guerrero para la zona norte del país.
Los Ardillos, son el grupo criminal local que antes solo estaba en la región de la montaña; sin embargo se fueron expandiendo poco a poco a la Montaña Baja, Chilapa, Tixtla, Quechultenango, Mochitlán, Petaquillas y el corredor del Valle del Ocotito a Tierra Colorada.
A mediados del 2015 en la zona de Chilapa, esta organización criminal realizó dos secuestros masivos de jóvenes varones que fueron llevados a los sembradíos de amapola para ponerlos a trabajar en la recolección y ordeña del llamado maíz bola, nombre que se le da a la amapola.
Algunas organizaciones civiles como el Concejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (CIPOG-EZ) mencionan que el grupo está detrás de varios ataques contra comunidades indígenas en la zona, que ha ocasionado un éxodo de indígenas en la región.
Aún con la presencia del ejército, algunos grupos de autodefensa como la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria-Pueblos Fundadores (CRAC-PC/PF) o Concejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (CIPOG-EZ) mencionando que el conflicto con Los Ardillos sigue activo hasta estos días en que se han recrudecido sus ataques con las comunidades indígenas.
Estos enfrentamientos ya habían sido dados a conocer en el Análisis de grupos delincuenciales en Chilpancingo 2020-2021, elaborado por el gobierno de Guerrero, el cual señala el número de organizaciones delictivas, las cuales podrían crecer debido a las constantes escisiones.
Entre las que más presencia y dominio tienen están el cártel Jalisco Nueva Generación, La Familia Michoacana, Guerreros Unidos, Los Rojos, Guardia Guerrerense, Los Tlacos, Cártel Independiente de Acapulco, Los Granados, Los Ardillos, Gente Nueva, Cártel del Sur, Caballeros Templarios, Sangre Nueva, los Añorve, los Beltrán Leyva, Los Rusos, La Empresa, Los Capuchinos y el Cártel de la Sierra La Bandera.
Guerrero nuevamente es un foco rojo en la disputa de las células del crimen organizado, no es nuevo que Los Ardillos han iniciado una rebelión que les traerá buenos dividendos porque buscan expandirse en todo el estado y pasar de ser una organización local a una organización criminal nacional.