El exrebelde Gustavo Petro y el magnate de bienes raíces Rodolfo Hernández se enfrentarán en una segunda vuelta presidencial en Colombia tras una tendencia irreversible con el 99 por ciento del conteo preliminar realizado por las autoridades electorales.
Con el 40.3 por ciento de los votos, Petro no logró obtener la mayoría absoluta y ahora se enfrentará el 19 de junio en un balotaje con Hernández, quien obtuvo el 28 por ciento, superando sorpresivamente al candidato de derecha Federico Gutiérrez, quien logró el 23.9 por ciento.
La Registraduría daba a conocer los resultados preliminares con actualizaciones constantes el domingo, sin embargo, los resultados del escrutinio -en el que verifican la votación y les dan validez jurídica- se declararán días después. En Colombia históricamente los resultados del conteo preliminar han sido consistentes con el escrutinio final.
Tras la jornada electoral que finalizó a las cuatro de la tarde, los colombianos se mantenían atentos a los primeros resultados de una elección Presidencial marcada por la polarización y el descontento creciente por la inflación y la desigualdad.
Con una eventual victoria de Petro, Colombia se sumaría a países de la región que eligieron recientemente a políticos de izquierda, como Pedro Castillo, en Perú; Gabriel Boric, en Chile, y Xiomara Castro, en Honduras. Desde Brasil, el ahora candidato Luiz Inácio Lula da Silva ha manifestado su apoyo público a Petro, asegurando que si ambos llegan a la Presidencia se unirían para “construir una América del Sur fuerte”.
Según las encuestas, Hernández sería un fuerte contendor de Petro con posibilidades de vencerlo en una segunda vuelta. Desde Bucaramanga, al noreste del país, donde fue alcalde (2016-2019), agradeció a sus electores a través de redes sociales, donde hizo la mayor parte de su campaña: “Soy consiente de la necesidad de unir al país en el camino del cambio que hoy se ha hecho evidente, contundente… No soy ingenuo frente a las resistencias que habrá contra el Gobierno decidido a acabar con la corrupción”.
Hernández se convirtió en la recta final en la sorpresa electoral ante un notable crecimiento en las encuestas. “El millonario que entró a la política para no robar más”, así se describía a sí mismo en avisos publicitarios. Disruptivo y difícil de encajar en una orilla política, su bandera es la lucha contra la corrupción y la austeridad en el Estado, con propuestas polémicas como convertir el palacio Presidencial en un museo y dar recompensas económicas por los avisos sobre funcionarios corruptos.
AFP