Rubén Cortés.
México post 2018 es así: la CNTE y la UNAM votaron por el actual gobierno. Pero el actual gobierno da mil millones de pesos a la CNTE, que no imparte un curso completo desde 1989; y desarticula a la UNAM, que es la mejor universidad de América Latina.
El actual gobierno hizo una reforma constitucional que entregó a la CNTE la asignación de las plazas en el magisterio, así como el ingreso, promoción y la permanencia de los maestros en el sistema educativo: todo eso, sin que los profesores tengan que evaluarse.
La CNTE también otorga las plazas en automático para egresados de las normales, Universidad Pedagógica Nacional y Centros de Actualización, y decide quiénes ocupan las plazas y los cambios de escuelas de los profesores.
Así, enterró la reforma del gobierno anterior, que fijaba reglas precisas para que quienes aspirasen a ingresar, permanecer y ascender como maestros, directores o supervisores fuera con base en sus estudios, y no en ser miembros de la CNTE, como es hoy.
Los maestros de la SEP no impartieron un curso completo desde 1989, por estar dedicados a destrozar los centros históricos de Oaxaca y la CDMX, en imulso de la agenda de acciones de oposición del grupo político que gobierna hoy en el país.
En pago, desde que llegó al poder en 2018, el grupo político que gobierna hoy en el país otorgó mil 190 millones de pesos a la CNTE, a un ritmo de 420 millones por año, a través de la SEP, cuya titular, es promovida por la CNTE para ser gobernadora del Edomex.
Mientras, el presidente acusa a la mejor universidad de América Latina (ranking mundial de universidades del QS de Inglaterra): “Es individualista, perdió su esencia de formación de profesionales para servir al pueblo. Es lamentable”.
Por es el presidente dio un aumento de 6.6 por ciento de dinero a la Guardia Nacional en el Presupuesto de Egresos de 2022, mientras que a la UNAM le aumentó 4.2 por ciento. Con el dinero dado a los guardias, la UNAM podría becar a 20 millones de estudiantes.
Sin embargo, tanto la CNTE como la UNAM han sido aliados ideológicos historicos del actual presidente: la CNTE como brazo irgente en las ciudades, con marchas, vandalismo y cierre de calles, y la UNAM como brazo intelectual, de crítica a sus adversarios.
El 1 de marzo de 2018, la CNTE definió en su V Congreso Político “orientar el voto consciente y razonado a favor de un proyecto alternativo” del actual presidente. El 17 de mayo de 2018, éste arrasó en el simulacro electoral de la UNAM, con 70 por ciento.
Sin embargo, ya en el poder, prefiere a la CNTE.