México.- Este jueves la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) lanzó una alerta sanitaria máxima contra las alternativas al cigarro, pese a que hace unos días en la Cumbre de Cigarros Electrónicos 2022, científicos y autoridades de salud internacionales destacaron la importancia de que México avance en la regulación de estos productos que son menos dañinos para los fumadores.
A través de un comunicado de prensa, la dependencia, en colaboración con la Secretaría de Gobernación (Segob), argumentó su postura prohibicionista de que los vapeadores y cigarros electrónicos representan un presunto riesgo a la salud de los mexicanos y que su eficacia no está comprobada.
Sin embargo, en la cumbre Neal L. Benowitz, profesor de la Universidad de California, afirmó que, con base a diversos estudios con alto carácter científico elaborados por autoridades como la Food & Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, se comprobó que los productos sin humo son menos riesgosos, pues se reduce aproximadamente 90 por ciento la exposición a los seis mil compuestos tóxicos que están presentes en los cigarrillos.
A su vez, los especialistas aplaudieron la decisión de autoridades de países como Francia, Reino Unido y Nueva Zelanda por incorporar a los vaporizadores dentro de sus políticas públicas para combatir el tabaquismo e insistieron en que las leyes prohibicionistas de México sólo ponen en peligro a los ciudadanos, sobre todo a los menores.
En ese sentido, especialistas como Kathy Crosby, directora de la Oficina de Comunicación y Educación del Centro de Productos de Tabaco de la FDA, destacaron que una buena estrategia de regulación garantiza que los vapeadores sean de uso exclusivo para mayores de edad, además frenan el mercado negro, cuyos productos de mala calidad y que en la actualidad llegan a los jóvenes.
Por esa razón, la decisión de la Cofepris no fue bien recibida por algunos usuarios de redes sociales, quienes criticaron que el gobierno se preocupe más por poner en alerta máxima a los vapeadores cuando existen otros problemas más importantes como la creciente inseguridad en el país, la falta de empleo o el encarecimiento de diversos productos.
“¡Claro! Cómo no hay cosas de más relevancia que atender acabemos con el mal del vapeo (sarcasmo). Déjense de tonteras. Mejor regularlo o piensan seguir su persecución para después venderlo al triple”, manifestó el usuario @Gaiamich.
También señalan un notable conflicto de interés del gobierno con la industria tabacalera, pues al ver que los vapeadores representan un riesgo millonario para su negocio, decidieron poner freno a la venta de estos productos, mientras que el cigarro sigue matando anualmente a 60 mil personas, según la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud (SSA).
“Puedo ver los intereses privados a km de distancia, ahora que el vapeo representa un riesgo a la industria tabacalera y compromete su multimillonario monopolio….el vapeo se vuelve un problema verdad? Pero el tabaco no….verdad? Curioso”, comentó el usuario @Almapodu.
Al mismo tiempo, los internautas pidieron a la Cofepris tomarse el tiempo para hacer estudios correspondientes para comprobar sobre sus beneficios y de informarse consultando los análisis que se han realizado a nivel internacional.
“Si tan sólo hicieran estudios, o de menos consultar estudios a nivel mundial, comprobar la fidelidad de los mismos, y hacer una regulación justa, verían los grandes beneficios, pero les conviene más que la gente muera, estaría genial ver una alerta sanitaria a las tabacaleras”, afirman.
Si bien la Cofepris asegura en su comunicado que, 938 mil adolescentes han probado alguna vez estos dispositivos y cerca de 160 mil lo utilizan de manera regular, con la regulación esta cifra disminuiría debido a que ya no estarían a su alcance al ser de uso único para mayores de edad.
Sobre lo anterior, es importante recalcar que prohibir la regulación fomenta el mercado negro y dispara la venta de productos y líquidos de mala calidad, lo que representa un riesgo tanto para los fumadores adultos como a los jóvenes, pues son vulnerables a acceder fácilmente a estos.
Además, la prohibición le quita a los consumidores que continuarán fumando, la opción de elegir libremente alternativas al cigarro menos riesgosas para su salud.
Redacción
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