Francisco Garfias.
Los episodios de Nueva Italia, Michoacán, y el Culiacanazo fueron evocados en la mañanera de ayer por el presidente López Obrador para defender su estrategia de “abrazos, no balazos.”
El hombre está convencido de que la renuncia explícita al uso legal del monopolio de la violencia que tiene el Estado, acompañado programas para atacar las causas, es el camino para lograr el regreso de la tranquilidad en este enlutado país.
Esa estrategia pseudogandhiana ha dado muy malos resultados. En los tres años y medio que lleva en Palacio Nacional ya van 120 mil asesinados. Más que con Peña y con Felipe en sus respectivos sexenios.
Pero el tabasqueño sigue convencido que es la correcta. Dijo en la mañanera:
“Hace poco hasta se burlaban de que unos presuntos delincuentes iban detrás de los militares. Pusieron algunos que el Ejército había sido humillado. ¿Qué querían? ¿Que los enfrentaran y que se produjera una masacre?
“Otro caso tan sonado, también por esa mentalidad, lo de Culiacán, lo de la detención y liberación del hijo de Guzmán Loera.
“Pues hicimos la valoración, que iban a significar más de 200 muertos y dijimos: no, no. Además, inocentes hasta de familias de quienes no tenían que ver. Es distinta nuestra política, completamente distinta”, remató.
No señor presidente, no se trata de “mátalos en caliente”, como usted repite, sino de que la piensen dos veces antes de asesinar, violar, secuestrar, extorsionar y de obligarnos a vivir en la zozobra.
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De la controvertida declaración de López Obrador de que hay que “cuidar” a las bandas criminales porque “son seres humanos” hablamos con el senador del Grupo Plural, Gustavo Madero, ex jefe nacional del PAN.
Nos dijo: “Está justificando la falta de estrategia y determinación para enfrentar un problema estructural que es la violencia.
“Intenta desnaturalizar el problema y darle un giro narrativo empático, desde el punto de vista humano. No reconoce la dimensión profunda de un problema que multiplica la violencia y la corrupción”.
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A Alito Moreno, presidente del PRI, se lo preguntamos en rueda de prensa. Respondió:
“Lo que se percibe es que les está diciendo (a los criminales) que hagan lo que quieran, a tres semanas del proceso electoral. Eso es una actitud demencial de no cuidar el proceso y no cuidar a los mexicanos. Lo vamos a denunciar. Es lo que tenemos que hacer.”
Y más: “Este gobierno no tiene ni pies ni cabeza. Es una tragedia, una desgracia: Veracruz, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Colima, Sinaloa, Zacatecas… No hay un plan de seguridad”, puntualizó.
La estrategia de los “abrazos” tiene ardientes defensores. El productor y periodista, Epigmenio Ibarra, es uno de ellos. Subió un tuit en el que sostiene que “a balazos no ha de ser”.
Predijo: “vendrán de nuevo –ya se escuchan sus diatribas histéricas—charlatanes y profetas prometer que, con mano dura, salvarán a la patria, conquistarán la paz. Mentirán como mintió Felipe Calderón. Sólo la justicia traerá la paz”.
Su mensaje no le pasó desaparcibido a Gustavo Madero. “Epigmenio Ibarra todo se lo echa a Felipe Calderón. Parece un disco rayado”, nos dijo el legislador.
¿De qué lado estarán los charlatanes, los profetas, los mentirosos que vaticinaron la mágica desaparición del crimen organizado? Es pregunta.
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A pesar del apoyo que recibe del presidente López Obrador, la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, no aventaja en las preferencias de los morenistas en la carrera hacia la candidatura presidencial de la agrupación política.
Revisamos varias encuestas sobre el voto interno. Lo organización México Elige y el periódico El Financiero colocan a Claudia y a Marcelo Ebrard en empate técnico.
La primera pone arriba al canciller (30.6 por ciento contra 30.2). La de El Financiero pone un punto arriba a Claudia (30 por cinto contra 29.)
Una tercera, Arias Consultores, de plano pone cinco puntos arriba al titilar de la SRE (21.9 contra 15.7 por ciento).
Destacados militantes de Morena ya abrieron su juego. La senadora Malú Micher escribió el siguiente tuit: “Estoy con @m_ebrard futuro presidente de México, rumbo a Durango, para acompañar a Marina Vitela”.
Marcelo ha sostenido reuniones con legisladores federales y locales que lo animan a ser más activo. La última fue el 26 de abril en un restaurante de la Ciudad de México.
Entre los asistentes destacan Yeidkol Polevnsky, Emmanuel Reyes, Salma Luevano, Hamlet García, Julieta Vences, Karla Almazán, Ana Ayala, Maru Hernández, Juanita Guerra, Merary Villegas, Aracely Ocampo y una decena mas.
Quizá, por eso, ayer aparecieron grupitos de reventadores anti Marcelo en el Zócalo y fuera del Senado. Fuera del recinto legislativo bloquearon la calle con una manta en la que se leía “Marcelo Vende Patrias”. En la Plaza de la Constitución lo acusaban a gritos de ser “neoliberal”. ¿De parte de quién?
El dedo del gran elector, sin embargo, parece apuntar hacia el Palacio del Ayuntamiento. El presidente, sin embargo, públicamente dice que ira con el que salga triunfador en la encuesta interna. Veremos…
FIN.
