Por. Rubén Cortés
Gobierna con los mismos dichos que convencieron a 30 millones para hacerlo presidente: desde que el petróleo se extrae como agua con popote hasta, ayer, sobre el petróleo y la gasolina: dijo que es como si vendiéramos naranja y compráramos jugo de naranja.
Puede provocar risa en algunos, pero en ese tipo de metáforas radica el éxito del presidente para lograr que seis de cada mexicanos apruebe su gestión, aunque en las estadísticas de su propio gobierno, México vive el peor momento en un siglo.
Pero así ganó. en campaña prometió: “Si gana Trump, firmamos un acuerdo con Estados Unidos para venderle todo el jugo de naranja de Tamaulipas y así rescatamos el campo; habría empleos y no la violencia que se padece actualmente y que a todos perjudica”.
Sin embargo, en el momento que lo dijo, el campo mexicano era:
–El primer productor mundial de aguacate (un millón 100 mil toneladas anuales).
–El primer productor mundial de papaya (120 mil toneladas).
–El primer productor mundial de limones (42.3 por ciento del mercado mundial).
–El primer productor mundial de café orgánico, de limas de nuez
–En 2018 había abierto el mercado para 22 nuevos productos en 14 países.
Ante la debacle del precio del petróleo en el mercado mundial, durante el sexenio pasado, el campo sacó a flote a la economía mexicana y le permitió un crecimiento anual de 2.5 por ciento anual, el mejor desde Zedillo (3.26 por ciento), según el Inegi.
Pero es así en todo el mundo. En ello descansa la atractiva demagogia del populismo, tal como lo explica H. L Mencken: “El demagogo es quien predica doctrinas que sabe que son falsas a personas que sabe que son idiotas”.
De ahí, recordadas explicaciones como las de “¿de cuándo acá se requiere tanta ciencia para extraer petróleo?… es perforar un pozo como si se fuese a extraer agua. ¡No tiene ninguna ciencia!”; o “no crean que tiene mucha ciencia el gobernar”.
Y, por extensión, de sus colaboradores, como el mismísimo secretario de Salud, quien en plena pandemia de COVID-19, dijo que no vacunaría a sus nietos y mejor pidió a los mexicanos que se curaran con Vicks VapoRub.
O el director del ISSSTE, quien informó que combatió el COVID-19 “con tratamiento médico homeopático”, aun cuando la homeopatía es agua con azúcar y se le agregan algunas gotitas de alcohol, como explicó el infectólogo Alejandro Macías.
La postura del actual gobierno ante la pandemia pareció sacada del concepto de H. L Mencken: el presidente recomendó postales religiosas y caricias de las parejas; la exsecretaria de Segob, gotas de jugo de naranja; y López-Gatell, no usar cubrebocas.
Así gobiernan.