Raúl Flores Martínez.
La desaparición de la joven Debanhi Escobar, que fue encontrada sin vida dos semanas después de su reporte de ausencia, puso al estado de Nuevo León bajo el foco de atención en desapariciones.
Desapariciones de mujeres que tan solo del primero de enero al 15 de abril, sumaban 322 en todo el estado un estado que silenciosamente se hunde en la inseguridad.
Desde hace más de una semana, me encuentro en Monterrey con la cobertura de la muerte de Debanhi Susana, una muerte turbia que en lugar de que se esclarezca, se enloda más.
La crisis de mujeres desaparecidas, se dió con la primera alerta que saltó con los informes de medios locales de Nuevo León a inicios de abril, sobre la desaparición de ocho mujeres jóvenes en solo diez días, la mayoría en la capital Monterrey y su zona metropolitana.
El 9 de abril se confirmó la muerte por asesinato de una de ellas, la joven María Fernanda Contreras, de 27 años, después la de Debanhi Escobar. Aún así, no hay crisis de desapariciones en Nuevo León, son ausencias voluntarias, según las autoridades.
322 desapariciones que incluyen la de Yolanda Martínez Cadena de 26 años, desaparecida desde el pasado 31 de marzo del presente año. Una ausencia que no fue tomada en cuenta por la Fiscalía del Estado, hasta que comenzó a denunciarse en redes sociales y medios de comunicación.
No es un secreto que Nuevo León y Tamaulipas comparten frontera, carretera y crimen organizado, cómo lo es el Cártel del Noreste se apropió de diversos municipios de Nuevo León, como es el caso de General Escobedo, Santiago y otros más.
Municipios dónde hay desapariciones de mujeres y hombres, como el caso de Angel Ibrahim Hernández Marroquín de 20 años de edad, que no regresó a su hogar desde el 19 abril 2021 en el municipio de Santiago.
Aún con estos datos, entender la crisis de desapariciones de mujeres y hombres en el estado, no es sencillo, especialmente en un país en el que se registran 9 mujeres desaparecidas al día.
El Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas destacó en su último informe que las cifras oficiales, muestran un incremento notable de desapariciones de niños y niñas a partir de los 12 años, así como de adolescentes y mujeres; sin embargo, en Nuevo León y el país, las desapariciones, son voluntarias.