Rubén Cortés.
De aquí al Domingo de Resurrección el gobierno va a demostrar de qué tanto es capaz para conseguir su Reforma Eléctrica. Y lo que haga será un adelanto claro de que tanto será capaz de hacer el grupo político que hoy gobierna, para mantener el poder en 2024.
El aplazamiento de la votación le da margen para jugar todo lo rudo a que está dispuesto un gobierno rudo. Porque necesita doblar a algunos diputados para que solo asistan 251 de 500: con 251 la hace. O sencillamente les bloquea la entrada el sábado. Y listo.
Se suele creer que la votación requiere que estén presentes las dos terceras partes de los 500 diputados. Pero no: sólo se requiere que haya quórum, y el quórum se consigue con la presencia de 250 más uno, que suman las dos terceras partes de los presentes.
Así que el aplazamiento le da margen, también, para apretar, sobre todo a los diputados del PRI, por mucho que Ildefonso Guajardo diga que “no hay forma de que la oposición vote a favor”. Pero lo dice alguien que ya sabe lo rudo que juega este gobierno.
A Guajardo, la Fiscalía General de la República lo vinculó a proceso por una simpleza en sus declaración fiscal. Y, hasta hace poco, estuvo obligado a firmar ante autoridades judiciales cada mes, y no podía salir del país, salvo con permiso del juez.
Lo explica la senadora Xóchitl Gálvez:
“El gobierno te dice te mando a UIF, te tengo un expediente y, por supuesto, cuando acabas de ser gobierno, como el PRI, siempre hay una cuenta pública que tienes que entregar y si hay mala leche pues siempre te van a encontrar algo”.
Pero no sólo al PRI. Lo dice también Xóchitl Gálvez:
“Basta que la UIF dé un comunicado para que vayan por sus adversarios. Dejen de fustigar para sacar los votos que no les da el talento para convencerlos por la buena. El 99 por ciento de mis llamadas están intervenidas por este gobierno, y eso no se vale, si quieren ganar, gánenme a la buena, pero no con la UIF e interviniendo teléfonos”.
El caso es que, si el gobierno se sale con la suya el Domingo de Resurrección, sería un balde de agua de fría a la sensación de un sector de opositores y críticos, de que el resultado de la reciente Revocación de Mandato fue un mazazo contra el presidente.
Restan cinco días para que el gobierno apriete sus tenazas, a lo cual lo ayudará el levantamiento de la pijamada que debieron hacer los legisladores de oposición. Ahora, quienes controlan los accesos de la Cámara son sindicalistas afines al gobierno.
Y la UIF. No se olvide.