La escasez de gasolinas que se ha reportado en algunos lugares de la zona fronteriza de México con Estados Unidos, deriva de un incremento de estos combustibles en la región.
Lo anterior es resultado de que en Estados Unidos los precios de las gasolinas están más elevados que en México, y los ciudadanos de ese país cruzan la frontera para abastecerse. Aún con la actualización temporal de los estímulos a las gasolinas en las fronteras, en promedio, los precios en México continúan siendo más bajos que en Estados Unidos.
Además del incremento en la demanda de gasolinas, también se reportan problemas en el abasto a consecuencia de que los importadores han dejado de adquirirlas, por lo que la alternativa de las estaciones de servicio de la región es adquirir el producto de Pemex, lo cual ha impuesto retos en el abasto.
La situación prevaleciente en la región fronteriza se debe a un desbalance entre oferta y demanda, derivado de los altos costos de los combustibles en el mundo y los precios más bajos de México respecto a los de Estados Unidos.