Héctor Moctezuma de León.
El Partido Revolucionario Institucional fundado en 1929 por iniciativa del sonorense Plutarco Elías Calles, cumplió ayer 93 años de existencia, fue un aniversario que pasó desapercibido. El PRI como las canicas cada vez está más cerca del hoyo.
¿Quién le hace caso a “Alito”, me dijo hace unos días un militante, de los pocos todavía activos en el PRI y él mismo respondió: Nadie. El partido navega sin rumbo y la actual dirigencia sólo busca sacarle jugo a las prerrogativas que le proporciona el Estado por mandato de Ley.
El PRI del siglo XXI es el mismo que el del XX, con las mismas prácticas, los mismos gandallas que se apoderan de la dirigencia nacional y reparten, los pocos cargos, a los que ahora tiene acceso, para sus amigos y familiares, como es el caso de Carolina Villano, actual secretaria general del CEN y esposa del coordinador de la fracción parlamentaria en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira.
Este año habrá elecciones en 6 entidades federativas del país, de las cuales, el PRI es gobierno en dos es gobierno: Oaxaca e Hidalgo, en la primera está perdido y en la segunda, hay negociaciones que podrían llevar a entregar al candidato de Morena en el estado de la huasteca a cambio del voto para la reforma eléctrica.
En el caso de Hidalgo, suena lógica una negociación, toda vez que la candidata es la esposa del coordinador del PRI en San Lázaro, quien tiene el control de los votos que necesitan la bancada de Morena y sus aliados para sacar adelante la reforma que tanto le interesa a Andrés Manuel López Obrador.
Una gubernatura que sería para el grupo que controla el partido, podría llevar al fin del partido que gobernó a México durante más de 70 años y que ahora no es más que una entelequia al servicio de una mafia que se reparte los cargos a su antojo.
El PRI no tiene remedio. El partido que entre los años 40 y 60 fue considerado el de la Revolución Institucionalizada, que se convirtió en una maquinaria electoral invencible, no sin que, en muchas ocasiones haya recurrido al fraude electoral, es ahora una caricatura de lo que algún día fue calificado por Vargas Llosa como la dictadura perfecta.
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Juan Carlos Muñiz es el séptimo periodista que cae en lo que va del presente año. La tarde de ayer viernes se dio a conocer el asesinato perpetrado en el municipio de Fresnillo, Zacatecas, estado en donde la violencia es cosa de todos los días. Juan Carlos era reportero de un portal de nota roja en el citado municipio zacatecano y como sucede en muchos casos en provincia, realizaba actividades como taxista para acompletar para el gasto familiar. Descanse en Paz. Y otra vez sólo lamentos… Hoy en San Cristóbal de las Casas, Chiapas se llevará a cabo el Encuentro Nacional de Periodistas, ante la ola de violencia que sufre nuestro gremio, por lo que resulta imperativo que haga las reformas necesarias para garantizar el libre ejercicio del periodismo. #NoSeMataLaVerdad. Participan el senador Emilio Álvarez Icaza y el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, así como distinguidos colegas de diarios locales, nacionales e internacionales y con la representación de la organización Artículo 19.
@HctorMoctezuma1
