Raúl Flores Martínez.
Hasta dónde puede llegar la ignorancia de una persona, sobre todo hasta dónde debe de llegar una persona qué teniendo todo el aparato del Estado a su disposición, no se deje de llevar para evitar quedar como un idiota.
Sí, escribo sobre el Presidente Andrés Manuel López Obrador qué en un afán de ser gracioso; bueno, espero que haya sido así, de lo contrario quedo muy mal al pedir al Cártel Jalisco Nueva Generación que se quite el nombre para que no afecte al estado de Jalisco.
En su conferencia mañanera en Palacio Nacional, López Obrador aseguró que el CJNG surgió “del gobierno que se impuso mediante el fraude, qué declaró la guerra, que no atendió las causas, de la inseguridad, de la violencia”.
“¿De dónde surgió el Cártel Jalisco Nueva Generación? Pues entonces, todos ellos, que por cierto deberían quitarle el nombre porque afectan a Jalisco”.
Sí con esas vamos, también debería de pedirle al Cártel del Pacífico y a sus propios funcionarios, que dejen de llamarlo Cártel de Sinaloa para no afectar a los ciudadanos de esa entidad.
También debería pedirles a estas dos organizaciones qué dejen el secuestro, el cobro de piso, el trasiego de droga, trata de personas y las ejecuciones masivas, ya de paso que se entreguen sus líderes para que dejen de estar sembrando el terror en México con sus brazos armados.
Todo esto parece una broma, una broma de un personaje que lleva las riendas de un país que se está hundiendo en la inseguridad, en la muerte de inocentes y en la miseria de aquellos que han huido de sus hogares para evitar ser ejecutados en sus comunidades.
Quizá el Presidente se encuentra demasiado distraído en tratar de hacer que se olvide el amargo episodio de su hijo y su vida de lujo, quizá esté usando una estrategia de distracción para cambiar de tema de la agenda nacional que lo ha exhibido, cómo un personaje vengativo.
¿Cuándo contestara el líder del CJNG para aceptar la propuesta del cambio del nombre? Lo que no sabe el Presidente, es que este nombre de las cuatro letras, ya es utilizado cómo una franquicia para darle renombre a algunas organizaciones criminales locales.
El nombre de CJNG genera millones de dólares con solo escucharlo, genera miedo, temor y ganancias a todos aquellos que lo utilizan; si no, solo basta escuchar a los extorsionadores que llaman a los teléfonos de casa o celular.
Si logra el Presidente López Obrador, que el Cártel Jalisco Nueva Generación, se quite el Jalisco, podrá con la moral en alto, exigirle al Cártel de Sinaloa que se cambie el nombre para no afectar a la entidad. Algo qué jamás pasará en este México kafkiano.