La diputada Celeste Sánchez Romero (PT) presentó una iniciativa que reforma diversas disposiciones de la Ley General de Salud y de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, con el propósito de garantizar el derecho a la información del consumidor, a través del etiquetado frontal.
Sostuvo que la información que contengan las etiquetas deberá ser veraz, objetiva, clara, entendible, precisa y útil para el consumidor, a fin de que permita identificar a simple vista el contenido de productos transgénicos.
En un comunicado, aseveró que México registra un severo atraso en el etiquetado frontal de productos transgénicos, los cuales tienen un fuerte impacto en la salud de quienes los consumen, cuando se hace de manera prolongada.
Denunció que existen pocos estudios de las afectaciones en seres humanos, pero los realizados en animales han arrojado que el consumo de éstos, por largo tiempo, genera una mayor incidencia de tumores, problemas metabólicos, de fertilidad, entre otros.
“Actualmente en México existe una discusión respecto los efectos ocasionados por el uso de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y el consumo de los alimentos transgénicos que se producen en el país, toda vez que no se ha difundido información precisa sobre los riesgos que implica para el ambiente y las consecuencias que produce en la salud del ser humano”, ahondó.
En ese sentido, Sánchez Romero reiteró la necesidad de implementar acciones de prevención e información, con el objetivo de que el consumidor de alimentos con OGM conozca los datos de lo que adquiere, a través de un etiquetado informativo.
Refirió que en nuestro país, de 2005 a 2017, se han liberado 620 permisos para cultivo y comercialización de organismos genéticamente modificados, entre los cuales se encuentran alfalfa, canola, algodón, maíz, papa, arroz, soya y azúcar.
“Uno de los mayores problemas en México es que no se sabe qué porcentaje de estos productos sean transgénicos, es por ello que urge contar con un etiquetado frontal, visible, directo, claro, sencillo y preciso, que permita identificar a simple vista el contenido de Organismos Genéticamente Modificados, mediante un símbolo formado por un triángulo en cuyo interior se señale la letra T”, finalizó.