Raúl Flores Martínez.
La guerra que se vive entre las organizaciones criminales en el estado de Michoacán, ha pasado de los enfrentamientos a una guerra, esto se debe a los grupos de sicarios que se han especializado en el manejo de explosivos y diversas armas bélicas.
En este mismo espacio, advertimos hace tres años que la escalada de violencia aumentaría, sobre todo en los estados donde el CJNG, tiene una férrea lucha por apoderarse de la plaza.
La diferencia en estos días entre las anteriores batallas, es que las células de sicarios han comenzado un adiestramiento militar que se ha utilizado en diversas partes del mundo, algo similar a las células que se utilizan en la denominada “guerra de guerrillas”. En este caso, los sicarios tienen un adiestramiento que se utiliza en la resistencia islámica con la utilización de minas terrestres caseras.
Primero fue la utilización de los drones para atacar a las fuerzas públicas o Fuerzas Armadas con explosivos caseros desde el aire, algo que les comenzó a ser efectivo. Ahora las minas caseras, sembradas en el municipio de Tepalcatepec, Michoacán, son lo de hoy.
Estas minas explosivas caseras, tienen la finalidad de explotar de inmediato, sin importar que sea un animal, persona o vehículo. Este explosivo casero tiene diversas ralladuras que sirven de esquirlas al momento de la explosión, lo que genera una explosión que puede causar más daños que una granada de fragmentación.
Algo que debe de llamar la atención, es que este tipo de artefactos explosivos caseros, se ha detectado en al menos tres países de Latinoamérica como Venezuela, Colombia y México; así como en países con conflictos militares como Siria e Irak.
Aunque las minas terrestres están prohibidas en muchos países, su uso prevalece porque grupos criminales como los cárteles mexicanos los fabrican de manera artesanal; pero también se debe a que los países que producen y utilizan las minas antipersonales como Estados Unidos, Rusia y China no son parte del Tratado de Ottawa.
El ejército mexicano ha encontrado diversas minas caseras en las comunidades El Naranjo de Chila, municipio de Aguililla que han sido sembradas por los sicarios del CJNG, quienes, ante el operativo de las Fuerzas Armadas, se han visto acorralados.
La guerra del crimen organizado contra sus contras o Fuerzas Armadas, subirán de intensidad en los próximos meses, ya se probó que no hay quién los pueda frenar con la estrategia de abrazos no balazos.