Rubén Cortés.
Junto con SME, CNTE, Normal de Ayotzinapa y otros grupos vandálicos, los toma casetas formaron la base social que ayudó a llegar al poder al grupo político que hoy gobierna: es lógica entonces la decisión de pagarles un sueldo a los toma casetas para que dejen de robar a los automovilistas.
Ya esas bandas son innecesarias para desestabilizar porque ya sus movilizadores están en el gobierno. Pero como no trabajan, deben reponer el dinero que sacaban de bloquear Oaxaca, Michoacán o la CDMX; de asaltar casetas de peaje o supermercados por el alza de la gasolina.
Así que, sus organizadores, tienen que pagarles ahora con los recursos de quienes pagan impuestos: los toma casetas recibirán un sueldo para permitir el paso de automovilistas, como anunció el Jefe del Ejecutivo, después de que uno de sus autos debió pagar 50 pesos para poder seguir su camino.
Antes, el mandatario les dijo a quienes viven en (y de) la Normal de Ayotzinapa, quienes también toman casetas, en la carretera CDMX-Acapulco, a razón de 50 o 100 pesos por cada automóvil que dejan seguir su tránsito: “A ver, ¿cuánto es lo que obtienen? Se los damos nosotros”. Estas decisiones se entienden dentro de la lógica del pago de favores del actual gobierno a todos esos grupos que, durante décadas, le hicieron labor de zapa en contra de las administraciones anteriores, para desestabilizarlas y crear estados de opinión anti gobierno entre la ciudadanía.
Por ejemplo, La CNTE consiguió que fuese cancelada la Reforma Educativa que buscaba establecer, por primera vez en más de un cuarto de siglo, las bases para el Servicio Profesional de Carrera Docente y acabar con las plazas vitalicias y hereditarias, entre otros vicios.
Sí: la misma CNTE, como parte de los acuerdos con el gobierno actual para tumbar aquella reforma, logró también la responsabilidad de revisar los contenidos de los libros de texto gratuitos del próximo ciclo escolar 2019-2020 y asegurarse de que contengan elogios al comunismo.
Por eso, la CNTE trasladó su base de operaciones a Michoacán, donde hasta hace pocos meses el gobernador no era amigo del presidente; y la sacó de Oaxaca, donde el gobernador es amigo del presidente. Pero como el nuevo de Michoacán es amigo, se irá a un estado con gobernador adversario.
Y, la semana pasada, el gobierno anunció que dará mil 458 millones de pesos en pensiones vitalicias a ex miembros del sindicato de electricistas, a pesar de que ya fueron liquidados en 2009, cuando fue extinguida la empresa Luz y Fuerza del Centro.
Sin embargo, tan sólo este año recibirán 25 mil millones de pesos que saldrán de los impuestos de quienes no tienen derecho a jubilarse.
Sí: amigo de sus amigos.