La diputada Itzel Josefina Balderas Hernández (PAN) impulsa una iniciativa de reformas a la Ley de Asistencia Social, para establecer que la prevención y promoción de acciones sobre embarazos a temprana edad se entenderá como servicio básico de salud en materia de asistencia social.
Los cambios a los artículos 12 y 13 de esa Ley, también plantean que las niñas y adolescentes en periodo de gestación o lactancia, podrán acceder a servicios de guardería o su equivalente gratuito, servicio médico y medicinas gratuitas, capacitaciones técnicas para ejercer un oficio, así como, acceso a bolsa de trabajo y, en su caso, a programas de empleos temporales.
Subraya que el objetivo es que a través de la Ley de Asistencia Social se reconozca la vulnerabilidad y se dé garantía a su protección, no solo de las madres adolescentes, si no también de las niñas que forman parte de este fenómeno
Señala que atendiendo al interés superior de la niñez “es que creemos que con la presente iniciativa estaremos reduciendo el embarazo a temprana edad, pero sin dejar de fortalecer el desarrollo y oportunidades de quienes ya se encuentran en esta situación”.
El documento refiere que en el país 23 por ciento de los adolescentes inician su vida sexual entre los 12 y 19 años de edad y, en general, la edad promedio es de 15.5 años, según datos del Consejo Nacional de Población.
Señala que en 2020 se registraron 373 mil 661 embarazos entre adolescentes de 15 a 19 años, lo que se puede traducir en más de mil embarazos al día y para julio de 2021 se reportaron 8 mil 876 nacimientos de niñas o niños de madres menores de 14 años.
La iniciativa, remitida a la Comisión de Salud, menciona que entre las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, México ocupa el primer lugar de embarazo adolescente, con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad.
Destaca que se trata de un problema grave de salud que genera morbimortalidad materna y fetal derivado de que las niñas y adolescentes no tienen la madurez necesaria para llevar un embarazo y, por consecuencia, un parto.
Resalta que un embarazo a temprana edad tiene mayor probabilidad de poner en riesgo la vida de la madre y del hijo que está por nacer, además de ser propensos a desarrollar enfermedades o complicaciones; por ejemplo, para la madre, preeclampsia, placenta previa, parto prematuro y anemia grave.
Para el hijo, agrega, mayor riesgo de muerte intrauterina, bajo peso al nacer, crecimiento intrauterino retardado, prematuridad, diabetes, anemia, mayor incidencia de enfermedades cardiológicas, entre otros.
Subraya que para iniciar una vida sexual se debe tener la madurez no sólo anatómica sino también psicológica y emocional, ya que si bien es algo natural del ser humano debe ser llevado a cabo con responsabilidad y conciencia.