Raúl Flores Martínez.
Han pasado tres años de la explosión de una parte del oleoducto que corre del puerto de Tuxpan, Veracruz a la ciudad de Tula que dejó un saldo de 138 muertos, decenas de niños huérfanos, un memorial inconcluso y el olvido gubernamental.
Tanto se presumió por parte del Presidente Andrés López Obrador, el apoyo a los pobladores para dejar el huachicoleo que tres años después de la desgracia el apoyo se esfumó o simplemente se olvidó.
Lo dicen los afectados y también las autoridades que señalan que les han amarrado las manos y no pueden luchar contra el monstruo de la burocracia para solicitar la ayuda para sus ciudadanos.
Algo que no se sabe de la explosión del ducto en Hidalgo, es que no fue Tlahuelilpan, sino en territorio del municipio de Tlaxcoapan, por lo que las autoridades municipales de Tlahuelilpan, están imposibilitados para solicitar el flujo de los apoyos, debido a que la explosión fue en el municipio vecino, a pesar de que la mayoría de víctimas son ciudadanos de este ayuntamiento.
Quizá al gobierno de la Cuarta Transformación, se le olvidó que tan solo en Tlahuelilpan, hubo tres colonias con 140 familias afectadas por la explosión, de las cuales únicamente 37 recibieron el apoyo gubernamental.
Los apoyos fueron para proyectos de pastelerías, cocinas económicas, productos para la renta de sillas lonas que ante la pandemia desaparecieron, y en la actualidad solamente 3 familias cuentan con este apoyo, la pandemia del coronavirus también los afectó.
También se sabe que Petróleos Mexicanos, es el responsable de comprar el predio donde fue la explosión para construir un memorial. Sin embargo, no se sabe cuándo se llevará a cabo esta obra, debido a que legalmente no hay quien ceda los derechos del predio, el dueño falleció por Covid.
Lo que debe de quedar claro, es que la entrega de los apoyos por las diversas dependencias del Gobierno Federal y Estatal dejó de fluir. Un ejemplo, es que algunos estudiantes que fueron beneficiados dejaron de percibir el apoyo, por haber pasado del jardín de niños a la primaria a secundaria, o preparatoria.
Como en toda desgracia, nadie sabe cuáles fueron los criterios para otorgar el apoyo a las familias afectadas, familias que no son la mitad de las víctimas que dejó la perforación del ducto de Pemex, una perforación que tatuó una gran huella en el país y una falta de compromiso de la famosa 4T.
