Gabriel Quadri vs el “fascismo arcoíris”

Carlos Arturo Baños Lemoine / Ciudadano Cero

Carlos Arturo Baños Lemoine.

Por fin estamos comenzando a ver parlamentarios que, con base en la sana lógica, el sentido común y el conocimiento científico, se oponen a la “ideología de género”, este bodrio lleno de falacias, ocurrencias, desvaríos mentales y caprichos dogmáticos. Todavía son pocos los políticos opositores, pero ya comenzamos a verlos, por fortuna.

Le tocó el turno a Gabriel Quadri, diputado por la Coalición “Va por México” y político liberal en esencia. Sin ambages, la semana pasada, Quadri les recetó muy buenas críticas a los fascistas del arcoíris, es decir, a los dogmático-totalitarios del rollito LGBTQ+.

Se trata de críticas muy sensatas que, además, Quadri pone en la mesa de discusión, como debe ser en una democracia. Quadri no niega ni transgrede los derechos de los militantes de la “diversidad sexual” en su calidad de personas. Pero sí cuestiona, por ejemplo, la inequidad deportiva entre las mujeres reales y las mujeres ficticias (“trans” les dicen). Asimismo, se pregunta en voz alta, si las mujeres naturales se sienten cómodas compartiendo espacios privados, espacios íntimos, con las “trans”. Además, cuestiona ese término, por demás estúpido, de “personas gestantes”, que hasta la ONU y la Suprema Corte se han tragado.

Quadri también cuestiona, con justa razón, los “procesos de transición” para menores de edad; menores que hoy quieren ser Batman y mañana Naruto Uzumaki; menores sumamente influenciables dentro de familias disfuncionales y tóxicas. Y, de igual modo, Quadri afirma que la biología no miente: sólo hay dos sexos, mujer y varón. De hecho, todos los seres humanos que existen sobre la faz de la Tierra, incluidos “los diversos”, nacieron de una pareja heterosexual. Hecho verdadero, le duela a quien le duela.

En una sociedad democrática, los puntos de vista de Gabriel Quadri deberían detonar debates serios, por todos lados. Quadri cuestiona, cuestiona y cuestiona. Y, en respuesta, no ha recibido más que viscerales descalificaciones, actos de censura, violación a sus derechos y amenazas a su persona.

Lo peor de todo es que los fascistas de la “ideología de género”, al reconocer su debilidad en las lides argumentativas, inventaron esa mierda del “discurso de odio”. Esta argucia les ha servido para evitar el debate y para perseguir, censurar, hostigar y reprimir a los críticos de su vulgar mitología. ¡Vaya que lo sabré yo!

Como yo lo he demostrado antes, esa basura del “discurso de odio” es una herramienta del fascismo para utilizar al Estado como fuerza represiva “en nombre de los derechos humanos”. ¡El mundo al revés, mis amigos! Ahora los fascistas ejercen el fascismo apelando a los “derechos humanos”.

Yo estoy con Gabriel Quadri, convencido de que los fascistas de la “diversidad sexual” pasaron de “exigir tolerancia” a ejercer la más putrefacta y reprobable intolerancia.

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Esta videocolumna de análisis, crítica y opinión es de autoría exclusiva de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.

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