Por. Patricia Betaza
Con todo y vacunas de refuerzo Ómicron está imbatible. La velocidad con la que se contagia es más rápida que Delta porque, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, se necesita menor tiempo de exposición para contraer el COVID-19. Hay que revisar las últimas cifras diarias en México para confirmar la velocidad de contagio: domingo más de 19 mil contagios, sábado más de 47 mil contagios, viernes más de 44 mil contagios, jueves más de 43 mil contagios. En los últimos cuatro días más de 153 mil contagios. Efectivamente, según experiencias de personas cercanas, en la mayoría de los casos de Ómicron no ha pasa de dolor de garganta, cansancio, ronquera, tos y cuerpo cortado. Pues sí, síntomas muy parecidos a una gripe. Por supuesto que la vacunación ha sido clave para evitar agravamiento, hospitalización e incluso muertes. Pero no es para tomar Ómicron a la ligera -como se insiste oficialmente que la veamos-, las pruebas se han escaseado ante la demanda, no todos tienen la disponibilidad económica para hacérsela y además a los familiares cercanos, no hay tampoco recursos suficientes para pagar un seguimiento especializado, el costo mental por la incertidumbre es también demasiado alto. Por fortuna es un hecho que la vacunación contra COVID-19 avanza en México y además se cuenta con fármacos autorizados por la Cofepris para pacientes vulnerables que pueden evitar el agravamiento de la enfermedad, incluso la muerte. Pero con la alta velocidad con la que se transmite, efectivamente todos estamos expuestos a contraer COVID-19 en cualquier momento. Pero mientras esto ocurra, sigamos utilizando -dicen las autoridades estadounidenses- hasta doble cubrebocas y evitar los de tela, aplicar la sana distancia, el lavado de manos y evitar en la medida de lo posible los espacios cerrados. ¿El mundo le está ganando la batalla a Ómicron? Ninguna autoridad puede decir que sí. Ya veremos su comportamiento en los próximos días y no es por aguar la fiesta, pero la semana pasada Tedros Adhanom, el mero jefe de la OMS, advirtió que el SARS-Cov-2 sigue siendo un virus peligroso, especialmente para los no vacunados y existe el riesgo de que surja otra variante más transmisible o más mortal. Sobre advertencias científicas no hay engaños. Habría que revisar todas las declaraciones de Adhanom desde que comenzó la pandemia.