Por. Rubén Cortés
Pueden gastar toneladas de saliva y tinta sobre la ofensiva del gobierno contra el INE. Sin embargo, todo es muy sencillo: el gobierno busca eliminar el último bastión de la democracia participativa en México. Pero lo disfraza como un tema de dinero.
Aunque también la polémica sobre el dinero acaba enseguida: el dinero que necesita el INE para hacer la consulta de revocación de mandato y que el gobierno le niega, representa apenas el 2.7 por ciento de lo que gastará el Tren Maya del presidente en 2022.
Es decir, el gobierno niega al INE mil 700 millones de pesos para que pueda organizarle este año una consulta de revocación de mandato, igual de impecable, que las elecciones que ganó el actual presidente en 2018.
Sin embargo:
–El gobierno niega mil 700 millones de pesos al INE para que le organice al presidente la consulta de revocación de mandato, pero asignó para este año mil millones de pesos sólo para desviar apenas un trazo del Tren Maya.
–El gobierno niega mil 700 millones de pesos al INE para que le organice al presidente la consulta de revocación de mandato, pero asignó para este año al Tren Maya 66.6 por ciento más de lana que el año pasado: o sea, 62 mil 942 millones de pesos.
–El gobierno niega mil 700 millones de pesos al INE para que le organice al presidente la consulta de revocación de mandato, pero eliminó nueve programas presupuestarios en la Educación por 22 millones de pesos.
–El gobierno niega mil 700 millones de pesos al INE para que le organice al presidente la consulta de revocación de mandato, pero asignó más de mil millones de pesos a ProBéis, una oficina que promueva la práctica del deporte favorito del presidente.
–El gobierno le niega mil 700 millones de pesos al INE para que le organice al presidente la consulta de revocación de mandato, pero pagó unos nueve millones de dólares al gobierno cubano por 800 médicos de la isla que vinieron a la CDMX y Veracruz.
–El gobierno le niega mil 700 millones de pesos al INE para que le organice al presidente la consulta de revocación de mandato, pero permite al Ejército y la Marina hacer fideicomisos públicos sin estructura, para recibir y administrar el dinero de las aduanas.
Aunque el gobierno es honesto cuando dice que no se necesita dinero para hacer una consulta popular, pues canceló el aeropuerto de Texcoco con una que hizo en las banquetas, y marcando el dedo de los votantes con una untura para curar hongos de los pies.
Es una democracia que cuesta lo que un bote de violetas gencianas.