Por. Rubén Cortés
Después de tres años de vapuleo del presidente a los contrapesos de la democracia, en especial al órgano electoral, es de hacer notar que entre los ciudadanos el INE está mejor aprobado que el mandatario: en dos meses, saltó de 42 a 72 por ciento de respaldo.
En la más reciente encuesta de GEA-ISA, el 72 por ciento de aprobación al INE es superior al 54 que obtiene el presidente. Además, el 71 por ciento cree que el INE actúa de manera imparcial, mientras que en septiembre lo creía el 48 por ciento.
GEA-ISA, como hace notar Guillermo Valdés Castellanos, fue la única encuestadora que acertó, para las intermedias de junio pasado, al pronosticar que Morena no llegaría a 42 por ciento de la votación. GEA-ISA avizoró 38 por ciento, y al final fue de 35.
En cambio, en la encuesta de SIMO Consulting para El País sobre los principales organismos de México, son los militares (Ejército y Guardia Nacional) en quienes más confían los mexicanos, seguidos por el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral.
Ser superado sólo por el bastión en que basa el presidente su poder básicamente unipersonal (que son los militares) es otra victoria del órgano electoral sobre los ataques en su contra casi diarios, y sin pruebas, del Jefe del Ejecutivo.
Se trata de una ecuación simple: los militares son la niña de los ojos del presidente; mientras el presidente embiste al INE con ojeriza desde mucho antes de ganar la presidencia, la cual ganó, sin embargo, gracias a la imparcialidad y profesionalismo del INE.
Hay que saber también, que el Ejército ha sido la institución más querida por los mexicanos a lo largo de décadas, por sus labores de apoyo a la población en tragedias naturales, su institucionalidad ante los asuntos de la política y su sano alejamiento del poder civil.
Lo más llamativo de la encuesta de GEA-ISA es que la mayoría de los electores están reconociendo, en el INE, al único contrapeso de la democracia mexicano que decidió, en firme, no ceder a los intentos de captura del presidente más poderoso de la historia.
De hecho, el INE había sido omiso y permisivo durante la consulta ilegal y repleta de irregularidades, con la que Morena canceló el aeropuerto de Texcoco, el 29 de octubre de 2018. El resto de los balances de la democracia, ha metido la cabeza bajo el ala.
Pero si la ciudadanía sigue manteniendo su respaldo al INE, el resultado de la elección presidencial de 2024 puede no ser lo favorable que se espera al presidente, aun con el control que ejerce éste sobre el país.
Porque por mucha fuerza que meta, los votos serán bien contados.