Raúl Flores Martínez.
El crimen organizado en México, nuevamente está desatado, se ha roto el pacto que se tenía desde hace un par de años con algunos gobiernos, incluyendo el gobierno Federal, ese pacto que “abrazos, no balazos”.
De acuerdo con la Información Filtrada del Gabinete de Seguridad del Gobierno Federal, se habla de que se han encendido los focos rojos en tres estados del país, ante los constantes enfrentamientos y ejecuciones que se han dado en las últimas semanas.
Michoacán, Zacatecas y Durango, son dos estados que día con día se hunden en las cruentas guerras intracárteles, esas disputas que afectan a la población que al igual que otros estados, terminarán por salir de sus municipios para dejar pueblos fantasmas.
Estas guerras entre células del Cártel del Pacífico, Jalisco Nueva Generación, Cártel del Noreste, Cártel del Golfo y Talibanes-Zetas, han dejado decenas de muertos que lo mismo son colgados en puentes o ejecutados en sus hogares o los restos en las calles.
Zacatecas es el punto clave debido a que es un corredor natural que une a los puertos del Pacífico con los estados del norte; además de que ese corredor pasa por San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Nuevo León, Durango, Nayarit y Colima.
Zacatecas es controlada por un grupo criminal distinto dependiendo de la región, aunque también se han registrado treguas entre dos cárteles que buscan hacerle frente a un mismo “enemigo en común”.
Tal es el caso del Cártel del Golfo y el CJNG, quienes han pactado alianzas para combatir al Cártel de Sinaloa y a Los Talibanes, unidos con el mismo propósito.
Fundados por Iván Velázquez Caballero, El Talibán o El Z-50, Los Talibanes se formaron tras la ruptura con los Zetas, y posteriormente pasaron a colaborar con el Cártel del Golfo.
De acuerdo datos del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, entre enero y septiembre de 2021 en Zacatecas se contabilizaron mil 462 homicidios dolosos, contra 853 ocurridos en el mismo periodo de 2020, lo que coloca a la entidad en el primer lugar nacional en aumento de asesinatos con respecto al año anterior, con 71 por ciento.
Esto da un panorama de por qué la disputa por el estado de Zacatecas entre grupos rivales, que no les importan las autoridades Federales, quienes siguen empeñadas en los abrazos y no balazos.
