Francisco Garfias.
Es falso lo que sostuvo en la mañanera de ayer el presidente López Obrador, al hablar de la aprobación del Presupuesto de Egresos 2022.
Sin el menor pudor, aseveró que la oposición se opuso a la pensión a los adultos mayores y a los apoyos a discapacitados.
El bloque PAN-PRI-MC-PRD tampoco le dijo “no” a la atención médica que, por cierto, el “gobierno de los pobres” dejó de prestar a 15 millones de mexicanos, con la eliminación del Seguro Popular.
Mucho menos le dijo no a la distribución de medicamentos gratuitos que, eso sí, escasean desde la llegada de la 4T (pregúntenle a los padres de niños con cáncer), ni a las becas para estudiantes de familias pobres.
Discurso manipulador, hecho para ingenuos que, tres años después, siguen creyendo en la palabra mañanera.
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A lo que sí se opuso el bloque opositor fue a los recortes al INE –casi 5 mil millones de pesos— y al Poder Judicial –otros 3 mil millones– para canalizarlos a programas sociales diseñados para comprar votos.
Promovió, sin éxito, reasignar menos del 3 por ciento de los 7 billones 88 mil pesos aprobados para, entre otras cosas, fondear el seguro de desempleo en estos tiempos de crisis económica y sanitario, pero también un mayor respaldo a las mujeres.
Se pronunció en contra de la asfixia económica a los municipios, y criticó la falta de apoyos para la reactivación económica.
Luchó inútilmente por reducir 50 por ciento los 110.6 mil millones de pesos que el Ejecutivo asignó a sus obras: Refinería de Dos Bocas, Tren Maya, Aeropuerto de Santa Lucía, Transísmico.
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A propósito. La falta de escrúpulos para difamar llevó al presidente a afirmar que Rubén Moreira, coordinador de la bancaada del PRI en San Lázaro, había declarado que como no hubo “moche”, no habrá votos de su bancada para la Reforma Eléctrica.
¿En serio dijo eso? ¿Por qué no enseña la declaración en la pantalla engañabobos de la mañanera? ¿Será que no la tiene? Son preguntas.
Luego añadió que si los priistas no aprueban la Reforma Eléctrica, van a afianzarse “como buenos salinistas.”
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Arranca la Ruta Pacífica de la Libertad por Rosario Robles desde hoy hasta el 15 de diciembre. El banderazo lo dio su hija Mariana Moguel en la misma casa de Coyoacán que visité cuando la ex secretaria de estado gozaba de libertad.
Hogar modesto, clase mediero, que desconoce la FGR, donde lo que primero se ve cuando entras es un cuadro de la Virgen de Guadalupe. ”Rosario es guadalupana”, explica su hija.
Junto a Mariana, su incansable “tío Paco”, pieza fundamental en la lucha para sacar a su hermana de la cárcel. El hombre ha estado en todas.
Hace dos años, tres meses, tres días, un inescrupuloso juez, Felipe Delgadillo Padierna, mandó a la cárcel Rosario por un delito que ni siquiera está en el catálogo de los que ameritan prisión preventiva oficiosa: ejercicio indebido de la función publica.
Sabedor que el delito que se le imputaba no le alcanzaba para meterla al bote, el mencionado juez, sobrino de Dolores Padierna, tuvo el cuidado de apoyarse en una falsa licencia para decretar la “prisión preventiva justificada”. Alegó alto riesgo de fuga.
La Ruta Pacífica de la Libertad pasa por un ayuno de 10 días, la visita a embajadas; a la SCJN; cuatro domingos de oración y meditación en favor de la justicia, la libertad y el estado de derecho.
Van a tomar plazas y calles. Irán primero a la Glorieta de la Palma en Reforma. Por lo menos una vez a la semana se van a instalar allí para difundir, volantear y dar al conocer a los ciudadanos el riesgo de que la justicia por consigna se pueda instalar en México como medio de control. También se instalarán en el Zócalo, en una carpa.
La Ruta no la recorrerán sólo familiares y amigos. Se van a incorporar también familiares de víctimas de la injusticia, que no son pocos.
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El New York Times, en un artículo firmado por Lisa Viscidi y Mk Vereen, no sólo califica a AMLO como un “izquerdista anticuado”, sino que ubica a México en el grupo de los países “más sucios” de planeta en materia de contaminación ambiental.
“Su presidente López Obrador está redoblando políticas que harían a México —el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero de América Latina y el décimo sexto del mundo— aún más contaminante”, dice el texto.
La crítica apunta al proyecto de Reforma Eléctrica del Ejecutivo, que reduce la participación del sector privado –productor de energía limpia—, en la generación de electricidad, del 62 o al 46 por ciento.
Destaca un punto que contradice el discurso oficial de que bajo control de la CFE la electricidad será mas limpia y barata.
“Las centrales eléctricas de la CFE queman más combustóleo y carbón que las plantas privadas y cuesta más caro operarlas”, subraya el NYT.
FIN.
