Por. Raúl Flores Martínez
La estrategia de los “Abrazos, No Balazos”, tal parece que no está dando resultado, tan claro es el poder del crimen organizado que en dos estados pueden ejecutar, enfrentarse, sin que nadie se los impida, algo que debe de llamar la atención, son las alertas de Estados Unidos y Alemania para evitar que sus ciudadanos viajen a Tamaulipas y Quintana Roo por la excesiva violencia que se vive.
Si dos gobiernos que están a kilómetros de distancia, ya se percataron de la violencia homicida que se vive en México, el Gobierno Federal cuándo se dará cuenta que se debe de dar un golpe de timón en la estrategia para acabar los delincuentes, que siguen burlándose de militares, guardias nacionales y marinos que buscan pacificar el país.
Nuevamente se dan los enfrentamientos entre grupos rivales del crimen organizado en Tamaulipas, nuevamente las imágenes en las redes sociales donde se ve, se escucha la impunidad de los grupos de sicarios que transitan sin ser detenidos por las autoridades locales y federales, autoridades que en algunos casos son rebasados por la maquinaria de los grupos delincuenciales.
Solo una muerte que valió la pena en el cruce de disparos de los elementos del Ejército mexicano con los sicarios del Cártel del Golfo, la muerte de Ariel Treviño Peña, alias “El Tigre”, quien fungía como jefe de halcones en Matamoros y que casualmente ya había sido detenido en septiembre de 2009 y enviado al penal de máxima seguridad del Altiplano, de donde salió en 2018 para volverse a integrar a las filas de esta organización criminal.
Las escenas de terror de ciudadanos en el suelo, se vuelven a repetir en un estado que desde hace décadas ha sido cooptado por el crimen organizado, un estado olvidado por las autoridades federales, quienes siguen al pie de la letra el mandato divino de “Abrazos, No Balazos”, un mandato que está haciendo que estas organizaciones criminales, se fortalezcan día con día.
Quienes hemos estado en Tamaulipas, sabemos que en las calles opera con impunidad el Cártel del Golfo y sus escisiones; también el Cártel del Noreste y su brazo armado la “Tropa del Infierno”. Sabemos que aquellos periodistas que tratan de difundir la noticia de sus delitos, simplemente son tableados o ejecutados, todo eso bajo la impunidad y protección de las autoridades.
También en Tulum, Quintana Roo, el crimen organizado hace de las suyas con el grupo delictivo, denominado “Los Pelones”, quienes ya de una manera abierta y con narcomantas, exigen el llamado derecho de piso a empresarios del espectáculo y restauranteros, de lo contrario comenzarán a ejecutar gerentes y trabajadores.
Qué explicación dieron o dará el gobierno mexicano a los gobiernos de Alemania, la India y Holanda con la muerte de sus ciudadanos a manos del crimen nacional, qué pretexto darán para decir que su estrategia de “Abrazos, No Balazos”, lo único que hace es fortalecer y dar poder al crimen organizado.