Raúl Flores Martínez.
No es un secreto que en la última década los cárteles del Pacífico, Cártel del Noreste, Zetas, Golfo, Jalisco Nueva Generación y las organizaciones locales, Cártel Independiente de Acapulco, La Barredora, Ardillos, Los Tequileros, Los Rojos, Guerreros Unidos, Cártel del Sur, Sangre Nueva Guerrerense y Los Cornudos, entre otros, están utilizando a menores de edad para sus actividades ilícitas.
La revelación que hizo la organización Civil, Reinserta con su informe “Niñas, niños y adolescentes reclutados por la delincuencia organizada”, donde da a conocer cuatro factores importantes para el reclutamiento de menores de edad por el crimen organizado: familiar y psicológico, educativo, social y cultural.
Este estudio señala que, en el factor familiar y psicológico, se encontró que el abandono por ausencia física, negligencia e inestabilidad promueven el ingreso a la delincuencia organizada. Aunado a esto, la familia es el espacio en el que la violencia es mayor, esto repercute directamente en la salud mental de niñas, niños y adolescentes convirtiéndose en un factor crucial para evitar su vinculación con los grupos criminales.
En cuanto al ámbito educativo, la mayoría de los menores reclutados renuncian a sus estudios antes de ingresar a la delincuencia organizada teniendo como grado máximo de estudios la primaria. Además, niñas, niños y adolescentes son reclutados en espacios rurales y urbanos donde la violencia comunitaria está normalizada e incluso es un medio de interacción.
Las entidades elegidas para este estudio fueron: Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas (zona norte); Estado de México y Guerrero (zona centro); Oaxaca y Quintana Roo (zona sur); sin embargo, los estados del norte del país, es la mejor pagada y la que concentra mayores niveles de violencia, así como altos estándares de adiestramiento por el Cártel del Noreste, Zetas y Golfo en Tamaulipas y Coahuila.
Estar dentro de las filas del crimen organizado, se da por dos formas: La invitación de amigos e iniciativa propia para ingresar a la delincuencia organizada, esto significa que tanto niñas, niños y adolescentes fungen como reclutadores de nuevos menores; el reclutamiento forzado es la modalidad de menor frecuencia en las tres zonas.
A pesar de estar en el mismo país, hay grandes diferencias en la zona norte y sur del país entre las organizaciones criminales; es decir, en la zona sur hay disparidad en medidas impuestas por jueces, mientras que en la zona norte la delincuencia organizada invierte en la defensa jurídica de quienes generan más ganancias.
Lo malo de estos informes que deben de hacer las autoridades en turno, es que nunca son tomados en cuenta para las políticas sociales que deben de implementarse para evitar que el crimen organizado tenga más niños en sus filas, unas filas que tienen 30 mil menores de edad.
Esta cifra podría triplicarse porque en los últimos años, aunados con los de la pandemia, la cifra de menores de edad proclives a estar dentro de las organizaciones criminales, oscilan entre los 150 y 250 mil niñas, niños o jóvenes.
