Jorge Miguel Ramírez Pérez.
En medio del circo mediático distractor desatado ayer por Amlo, señalando a la senadora Lily Téllez como cabeza de una conjura para cuestionarlo en el Senado durante la entrega de las medallas “Belisario Domínguez”, se cuece la verdadera conjura contra la política energética de México.
Exactamente como operó en la Reforma Energética de Peña con la complicidad de José Nelson Murat Kaasab, el exgobernador de Oaxaca, padre del actual gobernador y precandidato del PRIMOR a la presidencia: Alejandro Murat Hinojosa, comprando conciencias; ahora, Osorio Chong lo hace, en favor de Obrador para tirar la misma reforma que impulsó entonces, porque está en juego su pellejo por las raterías que le imputan como lo publicó ayer el periodista Raymundo Riva Palacio; y le urge salvarse.
Osorio controla a los parlamentarios del PRI al 100. Se sirvieron de la alianza “Va por México” para colar entre novatos incondicionales, a peces gordos que traen una cola enorme para venderse con Obrador y hacer el trabajo sucio. Por eso desde hace un año, éste, paró en seco las investigaciones contra el exsecretario de Gobernación, y hoy con las órdenes de la FGR devuelta le recuerdan que tiene que pagar lo acordado.
Y por si no fuera claro el mensaje, Obrador les advierte como todo tirano, que no se van a ir lisos los que voten en contra de su contrarreforma, “no habrá anonimato”. ¿Será el fin de la oposición falsaria?
Son iguales, unos meten dinero y otros meten chantaje para aflojar votos. ¿O me equivoco?
Y Nelson Murat sigue siendo la mano negra, el que maneja a Alejandro Moreno como su ventrílocuo, quieren seguir en el juego, aunque tienen al PRI desconchinflado pero dispuestos a sacarle del fuego las castañas a Obrador.
Como lo advertimos en varias ocasiones ese arroz ya se coció, y se burlaron nuevamente de los ciudadanos que siguen siendo fieles a unas siglas que apestan desde donde se les vea.
La entrega de Morena del puesto de coordinador de la Junta de Coordinación Política y posiciones ofrecidas en la Cámara a los incondicionales de Osorio, Rubén Moreira y Carolina Viggiano para agendar las iniciativas que quiere Obrador; los nombramientos a gobernadores que jalaron para hacer morir a la oposición, fueron muestras evidentes de que estaba consumada la operación de la contrarreforma. Solo falta la votación para que el gran público lo vea.
Hace días un articulista, Enrique Quintana decía que el “arma secreta” del PRI era perder para ganar, no mencionó que esa arma no es secreta, se llama traición.
Los líderes del PRI no pueden prescindir de la impunidad para existir. Además, urgen del aparato, la Junta de Coordinación les da recursos de sobra para meter cuates, aviadores, viáticos, y sin número de etcéteras. Sin la parafernalia los jefes del priismo no valen políticamente un cacahuate.
Van a intentar justificarse los traidores, colando que votando con Morena van a consolidar al PRIMOR y agarrar de comparsa a un Ricardo Monreal, que dizque ya amenazó a su jefe Obrador, y le aclaró que es su socio, no su subordinado.
Como si no fuera público y notorio que con lo que significa el lenguaje corporal, Obrador la semana pasada, le levantó la mano a la señora Sheibaum; y al otro día, el embajador de EUA le rindió pleitesía en sus oficinas en una elocuente fotografía al pie de la escalinata con las dos banderas de fondo. Los estadounidenses con su tradicional pragmatismo han de ver a la jefa de gobierno de la capital, como un mal menor con tal de que Obrador no se reelija o amplíe su mandato.
El hecho es que los cuatro teístas (secta con cuatro dioses: Hidalgo, Juárez, Madero y Obrador) se preparan para desbaratar el Tratado con Estados Unidos y Canadá.
Para empezar, las reformas educativa y energética fueron las condiciones que puso Bill Clinton en la octava cumbre de negocios de Toluca, cuando era gobernador Peña, para reactivar la interlocución con el PRI.
En agosto de 2019, escribí sobre ese entramado y las ligas de los políticos mexicanos con la gente de Hillary Clinton y funcionarios demócratas incluso militares estadounidenses, antes de que ésta fuera la contrincante de Donald Trump. La fuente, DeSmogBlog reveló los datos y nombres precisos.
Ahora López Obrador va a echar abajo la reforma energética que es la que le faltaba tirar a la basura. Utilizando a los mismos que las operaron: Chong y Murat; a pesar de que el Tratado se votó en el Capitolio porque estaban consideradas las reformas en la Constitución.
Es decir, se vuelve a demostrar que no hay opositores y que estos actúan en beneficio propio poniendo en entredicho la legalidad en México.
Ahora bien, toda reforma hay que pulirla y las anomalías, en todo caso, habría que resolverlas tal vez, infligiendo afectaciones económicas o penales a los causantes. ¿Porqué no lo hicieron?, ¿no había pruebas?
El hecho es que pudieron existir muchos mecanismos legales y políticos para corregir los malos manejos de los coyotes y sus prestanombres, si ese fuera el caso. Pero no. Eligieron la ruta cubana la de la venganza, la expropiación y el monopolio proponiendo una contrarreforma de tipo socialista.
La contrarreforma es desestabilizadora de la economía, provoca violentar el Tratado, amenaza con la ruptura jurídica de los negocios internacionales, la salida de inversiones y lo que significa para México, ya que el 85% de la exportación es adquirida por Estados Unidos, y las remesas enviadas desde allá por los migrantes mexicanos son el ingreso más alto en dólares que tiene el país, sin ninguna ayuda del gobierno mexicano.
Se fugará también el capital doméstico, que ya tiene adelantada su inscripción en los paraísos fiscales: Andorra, Panamá, Gran Caimán y ahora los Pandora Papers, donde la gente de Obrador tiene sus cuentas, junto con peñistas y magnates están Julio Sherer, Julia Abdalá la señora de Bartlet, El ingeniero Arganis y testaferros.
Retomar el monopolio energético significa que nuestros hijos y nietos carguen con chatarra y burocracias onerosas. Solo con los pasivos laborales, CFE y PEMEX, están en quiebra. En CFE le acaban de regalar dinero de los contribuyentes, al sindicato corrupto con mejoras injustificables en el régimen pensionario.
Todo a cambio de nada, solo para decir que el petróleo y la luz son nuestros, aunque salga mas caro y malo el servicio. Es un falso patriotismo y seguir en el retraso tecnológico, administrativo y financiero; y además, ensuciando el ambiente como nunca antes.
¿Y los opositores, apá?