Carlos Arturo Baños Lemoine.
En esta madrugada del 02 de octubre del 2021, me dirijo a ustedes para comunicarles que he decidido sumarme a la marcha que ha convocado la Iglesia Católica, y diversos grupos Pro-Vida, para protestar contra la estúpida, aberrante e irresponsable despenalización absoluta del aborto, recientemente determinada por la putrefacta Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); una Corte contaminada, en extremo, por la dictadura populista de Andrés Manuel López Obrador y por el fascismo-feminismo que, desde hace varios años, pulula en instancias gubernamentales, en partidos políticos, en medios masivos de comunicación, en centros educativos, en organizaciones civiles, etc.
Con respecto al aborto, básicamente existen tres posturas: a) el aborto jamás se debe permitir (postura Pro-Vida); b) el aborto se puede permitir hasta la décimo segunda semana de gestación, atendiendo a la formación del Sistema Nervioso Central (postura bio-racionalista); y c) el aborto se debe permitir en cualquier momento de la preñez, siempre a voluntad de la mujer embarazada (postura feminista).
Ustedes muy bien saben, mis amigos, que yo defiendo la postura intermedia, es decir, la postura que sostiene que se puede permitir el aborto hasta la décimo segunda semana de gestación. He fijado mi postura en varios artículos y varias publicaciones.
Por ello, en esta ocasión, en esta coyuntura, no tengo duda alguna en sumarme a la protesta que encabezarán los grupos Pro-Vida, porque nos conjunta una causa fundamental: nuestro rechazo abierto, público y tajante frente al “absolutismo abortista” recientemente aprobado por la pestilente Suprema Corte de la Justicia la Nación.
Yo rechazo y repruebo, categóricamente, toda voluntad de abortar a un ser humano ya formado que sólo necesita crecer en el vientre de su progenitora: tres meses de formación, seis meses de crecimiento intrauterino.
La estúpida y aberrante determinación de la Suprema Corte de la Justicia la Nación permite asesinar “legalmente” a personitas de tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho y casi nueve meses de gestación. Se puede asesinar a un feto incluso a horas antes de nacer. Lo que determinó la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a inicios del mes de septiembre, simplemente es una chingadera. ¡Sólo la gente imbécil puede avalar lo que determinó la Suprema Corte con respecto al aborto!
Lo que determinó la Suprema Corte equivale a permitir el genocidio de nonatos y esto no lo podemos avalar, de ningún modo.
Por ello, los invito a sumarse a la marcha del próximo domingo 03 de octubre.
¡Todos contra el “absolutismo abortista” de la SCJN y contra el feminismo-fascismo que tanto daño le está causando a nuestra sociedad!
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Esta videocolumna de análisis, crítica y opinión es de autoría exclusiva de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.