Raúl Flores Martínez.
La disputa por el estado de Sonora ha dejado diversos muertos tras los enfrentamientos que se han tenido en distintos puntos de la entidad entre las escisiones del Cártel del Pacífico, a quienes se les ha dado la libertad de iniciar una disputa entre los sicarios para obtener recursos ilícitos a través de la extorsión, secuestro, cobro de piso y robo en distintas modalidades.
Informes que se han presentado en el Gabinete de Seguridad obtenidos por el área de inteligencia naval de la Secretaría de Marina-Armada de México, destacan que las escisiones que han sido detectadas son: “Los Páez” y/o “Los Paleteros”; “Los Rumas” y/o “Los Costeños”; “Los Cazadores” y “Los Salazar” quienes se disputan el control territorial en virtud de la ubicación estratégica que tiene para el trasiego de droga y tráfico de personas.
La disputa por el territorio, es una pelea entre Rodrigo Páez Quintero (sobrino de Rafael Caro Quintero), quien controla la escisión de “Los Páez” y los hijos del ex líder del Cártel del Pacífico, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, el “Chapo” (Iván Archivaldo y Jesús Alfredo), conocidos con el sobrenombre de “Los Chapitos” que controlan a “Los Salazar”, “Los Rumas” y/o “Los Costeños” y “Los Cazadores”, los dos últimos grupos operan desde la costa de Caborca y el municipio de Altar, Sonora.
El trabajo de la Armada de México a través de la Cuarta Región Naval, inició de inmediato, logrando ubicar a través de la Unidad de Inteligencia Naval “Nahual” cuatro escisiones del Cártel del Pacifico que son las generadoras de violencia en la zona norte del estado que ha sido zona de disputa criminal, lo que ha llevado a las autoridades estatales a solicitar el apoyo de la federación.
De acuerdo con la Información Filtrada del Gabinete de Seguridad, se investigan a dos elementos de la Armada de México y Guardia Nacional, quienes les dan protección a Los Salazar que rinden cuentas a los hijos del Chapo Guzmán. Los investigados son el teniente Immer García de la Cruz de la Semar, un marino de nombre Ramón de la Rosa Cruz, alias “El Guante”, quien es el contacto para recibir los pagos de la narconómina de los Salazar, también se investiga a un primer Subinspector de la Guardia Nacional.
Las investigaciones que se realizan en torno a estos tres elementos de las Fuerzas Especiales, es por dar información sobre los operativos que se realizan en los municipios de en Obregón, Navojoa, Guaymas, Empalme y Cajeme para evitar que el grupo de los “Chapitos”, sean detenidos en sus traslados con estupefacientes o durante los enfrentamientos con las otras ediciones.
Estas células del crimen organizado en Sonora, utilizan un armamento bélico que consiste en fusiles Barret, fusiles de asalto AK-47 cal. 7.62, fusiles BEC de asalto con lanzagranadas, granadas, equipo táctico y ponchallantas, además de que son dirigidos por ex integrantes de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano que desertaron para unirse al crimen organizado.
Esto es lo que debe enfrentar el nuevo gobernador, Alfonso Durazo Montaño cuando esté al frente del gobierno de Sonora, algo que ya sabía y que de acuerdo con las fuentes consultadas, no tiene idea de cómo va a enfrentar este problema que día con día se complica entre los enfrentamientos, ejecuciones e inseguridad.
