Rubén Cortés.
El presidente no pasó de líder social que sólo denuncia problemas, a estadista que los resuelve. Por eso es puro humo la solución que propone a Biden en el tema migratorio: programas suyos que son un fracaso.
Para dejar de servir de “migra”, a cambio de que Biden no imponga aranceles, el presidente le pide fondear en Centroamérica los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo: que Biden tire el dinero de los americanos, como él tira el nuestro.
Eso son ambos programas, que cooptan votos con el dinero de quienes pagan impuestos aquí, que somos apenas el 60 por ciento de la población: un 60 por ciento logrado en el sexenio pasado, pues antes era sólo 40 por ciento.
Jóvenes Construyendo el Futuro, que regala dinero a quienes ni estudian ni trabajan, arruina al gobierno: inició en 2019 con 40 mil millones de pesos, pero en 2020 bajó a la mitad; y este año quedó en 20 mil millones. Barril sin fondo.
Es, además, un antro de corrupción:
“¿Quiere recibir dinero del gobierno? invente un café internet. Junte dos computadoras en la sala de su casa, acomode las sillas de su comedor, tome una foto, diga que es dueño y capacitará dos jóvenes. Nadie verificará que exista el café internet, ni los chavos sean reales, ni vayan a capacitarse”.
Así explica, una investigación de Carlos Loret, cómo quema el gobierno nuestros impuestos. Estados Unidos no quemará así la lana de sus contribuyentes, sin contar que la propuesta del presidente es sólo pirotecnia.
A Sembrando Vida, el gobierno destinó 70 mil millones de pesos en tres años. Consiste en darle cinco mil pesos mensuales a quien diga tener dos hectáreas para sembrar semillas o plantitas de árboles maderables.
Es, además, un antro de corrupción:
“Al mes, Raúl Esteban, un campesino de Campeche, saca de su bolsa entre 100 y 200 pesos y los entrega a los operadores de Sembrando Vida. Los técnicos del gobierno lo han amenazado con sacarlo del programa si no les da el dinero que le piden”.
Así explica una investigación de El Universal, a partir de documentos internos de la Secretaría de Bienestar a los que tuvo acceso vía transparencia: semillas dadas fuera de temporada, falta de agua, siembras en sequía, plantas muertas, tala de árboles…
Ajá: ya vimos a Biden regalando dinero a los gobiernos de Centroamérica para que, en lugar de sembrar y capacitar, se lo queden. ¿Para qué? si le resulta más barato que el presidente mexicano espante a los migrantes con la Guardia Nacional.
Y, si no, le mete aranceles a los productos mexicanos.
Al fin, que la frontera con Centroamérica es de México…
Y no de Estados Unidos.