Raúl Flores Martínez.
Ya se había advertido desde hace años, el crimen organizado tiene la carta abierta para delinquir y dañar a la sociedad, bajo la complacencia de la estrategia de “Abrazos, no balazos”.
Ahora el Cártel Jalisco Nueva Generación, al viejo estilo de los capos colombianos, han matado a dos personas en Salamanca, Guanajuato con un paquete explosivo.
De acuerdo con la Información Filtrada, las células de esta organización criminal en venganza por no haber pagado el cobro de piso, ejecutó a los dueños del restaurante Barra 1604 con una caja con explosivos.
Esta ejecución abre la puerta a una nueva era del crimen organizado en el país, abre la posibilidad de los ataques a la población civil con explosivos, quizá más adelante a los autobomba.
En Michoacán este cártel utiliza drones con explosivos para atacar a las corporaciones policiacas, autodefensas y Fuerzas Armadas, ahora utiliza explosivos contra civiles, no cualquier explosivo, no cualquier persona puede fabricar así una bomba.
Sabemos que esta organización criminal recluta militares de todo tipo, incluyendo de Fuerzas Especiales de México, Guatemala, Colombia que son especialistas en explosivos que son utilizados para las luchas intracárteles.
Dentro de esta nueva era del crimen organizado, solo el Presidente Andrés Manuel López Obrador, atina a dar el pésame a las familias de los deudos, cuando debería dar una lucha frontal al CJNG que día con día, tiene más poder.
Las Fuerzas Armadas, sus integrantes sabes que con abrazos no se ganará una lucha que ahora está lastimando a la sociedad de manera directa, ahora solo a esperar que un auto, un restaurante o una oficina de policía explote, para que las autoridades federales, se den cuenta que el crimen organizado, los superó.