Por. Raúl Flores Martínez
La hipocresía de todos los adeptos a la Cuarta Transformación, principalmente de su líder moral y amado mesías, Andrés Manuel López Obrador, los lleva a querer un país comunista en pleno siglo XXI, un país donde su principal motor ha sido su sociedad.
Quizá el desconocimiento de las huestes morenistas y las dádivas que da este gobierno, tengan hipnotizados a los seguidores que sólo con extender la mano, reciben migajas que a miles de ciudadanos, que pagan impuestos, se las arrebatan.
Si usted le pregunta a esos adeptos, por qué su amado líder ha traído a México a tres dictadores, el cubano Miguel Díaz-Canel, el venezolano, Nicolás Maduro; además del mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, dirán sin pensar y analizar que fue por la Sexta Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac); sin embargo, la visita fue para medir la fuerza que tienen los países comunistas en el continente.
Una fuerza que no se tiene en un continente globalizado que ha dejado en el olvido los conceptos del comunismo, que únicamente ha quedado en una ideología política, social y económica que promueve una sociedad sin distinción de clases sociales, sin ricos ni pobres y, en su última instancia pretende la abolición del Estado.
Tan en el olvido que Venezuela, Cuba y Nicaragua, están hundiendo a su sociedad, además de empobrecer y llevarla a la línea del hambre; situación que quiere el mandatario mexicano, con su cerrazón y terquedad.
¿No, me cree? Recuerda el dicho del 11 de mayo del 2020 en su circo mañanero “No consumir de manera enfermiza. Si ya tenemos zapatos ¿Para qué más? Si ya se tiene la ropa indispensable, sólo eso. Si se puede tener un vehículo modesto para el traslado ¿por qué el lujo?”.
Sin embargo, el presidente López Obrador, falta a su precepto de la austeridad republicana que tanto promueve al tener zapatos de más de 20 mil pesos; no se diga de las y los legisladores morenistas con sus grandes dietas que sobrepasan un salario mínimo de los mexicanos.
Querer ver a México, en un país comunista es una aberración, un país donde el motor de vida, de economía, es su sociedad que se levanta a las 4 de la mañana para tomar el transporte público e ir a trabajar.
Un país donde todos aquellos que le “chingan” pueden salir adelante, pueden tener sus propiedades y sus pequeños lujos; pero también, estamos en un país, donde una parte de la sociedad, se acostumbra a estirar la mano para recibir limosnas, sin trabajar, sin esforzarse, sin perseverar.
Terminó estás líneas con una frase de quien es considerado uno de los grandes pensadores anarquistas, Mijaíl Bakunin, espero que los de la 4T sepan quién es.
“Ejercer el poder corrompe; someterse al poder degrada”.