Raúl Flores Martínez.
Hay algo que ya no debe de sorprender en esta temporada de la llamada cuarta transformación, los ataques a las anteriores administraciones que supuestamente no hicieron absolutamente nada en beneficio de este país, solo robar.
La pequeña y cerrada mentalidad del Presidente López Obrador, no le da capacidad para presumir los verdaderos logros que han tenido algunas dependencias que siempre han resaltado por encima de las creadas y establecidas.
Un rubro leyendo el Tercer Informe de Gobierno, son las cifras nada reprobables que hacen las Fuerzas Armadas en especial la Armada de México que, durante años, se ha posicionado como la institución más sólida en el país.
El trabajo de la Unidad de Inteligencia Naval de la Secretaría de Marina-Armada de México, ha logrado dar golpes severos al crimen organizado a través de diversas operaciones navales en Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
Del periodo de septiembre de 2020 a septiembre de 2021, se aseguró 719.6 kilogramos de marihuana, 4,359.2 kilogramos de cocaína, con lo que se impidió una producción de 232.1 mil dosis de marihuana, con un valor estimado en el mercado de 1.2 millones de pesos y 9.4 millones de dosis de cocaína con un valor estimado de 1,103.4 millones de pesos.
También se confiscaron 23 armas cortas, 28 armas largas, 13 embarcaciones de diferentes tipos y 53 vehículos terrestres; además se logró la detención de 97 personas de nacionalidad mexicana y 12 extranjeras que fueron puestos a disposición de las autoridades competentes como presuntas responsables de cometer diversos delitos de fuero federal.
Para dar una lucha frontal al crimen organizado, esta institución está utilizando la tecnología de punta que se crea y construye al interior de la Armada de México, donde también se elaboran productos de inteligencia de carácter estratégico para proporcionar un panorama internacional y nacional de los campos del poder, fortalecer la seguridad nacional y coadyuvar en la seguridad interior.
“Se recolectaron 29 imágenes satelitales de muy alta resolución de Campeche, Chiapas, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo y Sonora, con una cobertura de 9,146 kilómetros cuadrados”.
Estas imágenes se utilizaron para la detección de cultivos ilícitos, generación de productos de geointeligencia y actualización de cartas náuticas.
Por otra parte, se generaron productos de inteligencia geoespacial en formato digital e impreso que cubren áreas de interés en 13 entidades federativas, en apoyo a los mandos y unidades navales para la georreferenciación de pistas clandestinas, ranchos, campamentos de entrenamiento de la delincuencia organizada, mapas delictivos, robo de combustible y planeación de operaciones.
Con las operaciones realizadas por la SEMAR, se navegaron 736.4 mil millas náuticas; las aeronavales volaron 1.9 millones de millas náuticas y los batallones de infantería de marina recorrieron 2.1 millones de kilómetros en tierra. Adicionalmente, se ejecutaron 927,766 inspecciones: 795,070 se realizaron a personas, 103,286 a contenedores, 10,775 a embarcaciones, y 18,460 vehículos y 175 aeronaves.
Estos son los resultados que se deben de presumir, resultados que se hacen trabajando en silencio, que quizá no generan votos, ni llaman la atención entre las focas aplaudidoras y entre aquellos que solo escuchan los cantos de las sirenas, resultados que tiene la Armada de México, institución con 200 años de estar formada y que ha resistido distintos gobiernos, pero más este que trata de borrar de un golpe sus resultados.
