Raúl Flores Martínez.
En este espacio hemos dado a conocer algunos datos del delito de Trata de Personas, un delito creciente en esta Cuarta Transformación que debe encender los focos rojos a las autoridades para que hagan estrategias efectivas contra este delito.
En la última década en México diversos grupos del crimen organizado han tejido redes de complicidad con autoridades, políticos, funcionarios públicos, actores y cantantes de renombre a nivel internacional para generar ganancias multimillonarias con el delito de la Trata de Personas.
Organizaciones criminales que en un momento sostuvieron o sostienen guerras intracárteles, ahora operan coordinadamente en el robo, sustracción, secuestro de niñas, niños, jóvenes, mujeres y ancianos para la explotación sexual o laboral de las víctimas.
De acuerdo con Información Filtrada, desprendida de distintas denuncias dentro de la Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Personas y Órganos de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada de la Fiscalía General de la República algunos personajes públicos, incluyendo cantantes, fueron denunciados en su momento por víctimas ante el Ministerio Público de la Federación por estar vinculado con dos organizaciones criminales para el tráfico y explotación sexual de menores de edad.
Los pactos o alianzas entre grupos criminales en México, se tejen debido a que anualmente el delito de la trata de personas deja una ganancia ilícita de más de 32 mil millones de dólares al crimen organizado multinacional, tan sólo en México las ganancias ilícitas con la explotación de 70 mil víctimas que fueron robadas por 47 grupos criminales entre los que destacan “Zetas”, “Rojos”, “Familia Michoacana”, “Guerreros Unidos”, “Templarios”, “Cártel de Jalisco Nueva Generación” y cártel del “Golfo”, quienes han tejido alianzas con diversas familias dedicadas a la trata en el estado de Tlaxcala.
Las investigaciones que realiza la FGR han ubicado algunas conexiones de las familias tlaxcaltecas (principalmente de San Miguel Tenancingo) en 17 estados del país que han conformado distintas rutas. Los estados de Sonora; Guerrero; Chiapas; Baja California; Chihuahua; Tamaulipas; Quintana Roo; Jalisco; Puebla, Estado de México, Morelos, Guanajuato, Veracruz, Querétaro, Zacatecas, Nuevo León y Distrito Federal, son un nicho para el robo de las víctimas.
Sin embargo algunas células que se consideran desaparecidas en la radiografía del crimen organizado, siguen operando bajo el auspicio de autoridades de los tres niveles de gobierno y con el permiso de algunas organizaciones criminales.
Un ejemplo claro son las células de “La Familia Michoacana” y “Los Rojos”, que han encontrada en la línea férrea que parte Tenosique, Tabasco a Nuevo Laredo, Tamaulipas una opción para el robo de víctimas de origen centroamericano.
Estás alianzas han creado nuevos corredores dedicados al traslado de menores de edad y jóvenes mujeres para explotación sexual; además del trabajo forzado en plantíos de estupefacientes, halconeo y narcomenudeo.
Información que tiene el gobierno Federal y que ha sido compartida en las cotidianas reuniones mañaneras de seguridad; sin embargo, son temas que al Presidente Andrés Manuel López Obrador, no le importan porque afectaría directamente al crimen organizado, si inicia una cacería contra los denominados “agresores”.