Rubén Cortés.
Cada día, un paso más: el presidente dice a sus enemigos que los meterá presos para que fortalezcan el espíritu; y México es, junto a la dictadura cubana, el país del continente donde más metido está en el Ejército en la economía: tendrá el aeropuerto por medio siglo.
“No afecta ir a la cárcel cuando se es inocente. Los luchadores sociales se fortalecen en prisión”, le dijo el presidente de México a Ricardo Anaya, tras sacarlo de la pelea por ser un candidato presidencial en 2024, con una amenaza penal que lo hizo exiliarse.
Además, le dio a los militares la administración y operación del principal aeropuerto civil de México hasta el año 2071, pero, además, oculta a los ciudadanos la vigencia, términos, monto, alcance y condiciones de la decisión.
El 18 de este mes le fue entregada a los militares, por 50 años, la concesión del aeropuerto comercial de Santa Lucía, que es construido únicamente por personal militar: desde los albañiles hasta los ingenieros.
En el continente, sólo en Cuba los militares están tan metidos en la vida económica del país, como lo están ya en México. En Cuba generan 40 por ciento del PIB. Por ejemplo, desde 2019 a la fecha construyeron 60 hoteles de lujo y las ganancias son para ellos.
Los militares cubanos controlan la economía de la isla, con ramificaciones que van desde el sector hotelero hasta las tiendas minoristas de ventas de productos en dólares, pasando por las aduanas y los puertos, con ganancias de 700 millones al año.
Es mas o menos lo mismo que en el México del actual presidente: además de los aeropuertos civiles, el Ejército desplazó a Hacienda en el control de las aduanas. Además, se apoderó de los puertos y terminales civiles y de dos mil 700 sucursales del banco.
Por lo pronto, los militares serán los dueños del nuevo aeropuerto durante medio siglo, y de todas las ganancias en casas de cambio, comercios al por menor que no aplican impuestos ni tasas locales o nacionales, de los baños, las terminales de taxis…
Es una obra civil y para civiles, pero el gobierno prohíbe el acceso a la información de la misma, al considerar que es asunto de seguridad nacional. Esa falta de transparencia impide saber si se está construyendo un aeropuerto adecuado y sin corrupción.
Hay que contentarse con lo que dice el presidente: “Nosotros no somos represores”, “Nosotros no odiamos”, “Nosotros somos distintos”, “Nosotros tenemos principios”, “Nosotros tenemos ideales”, “Nosotros tenemos moral”.
Aunque gobierne poniendo al Ejército en las calles y en donde esté la lana, agradezca halagos de un narco y libere a otro. Haciendo lo que quiera.
Porque sí.