Raúl Flores Martínez.
Las imágenes sobre los afganos que tratan de huir de Kabul, tras la llegada de los talibanes, son un llamado a la desesperación, esas imágenes que se pueden ver a nivel internacional, llaman la atención; sin embargo, hay otras imágenes que no se ven, pero existen en México.
Así como los afganos tratan de huir de Kabul, cientos de mexicanos de Guerrero, Chiapas, Michoacán, Tamaulipas, Chihuahua y Sonora, tratan de huir de sus comunidades ante el ataque de los sicarios de los diversos carteles de la droga que buscan asentarse en sus estados.
Llega a mi mente una escena que podría escandalizar a la sociedad internacional, pero al gobierno Federal en su momento, no le movió ningún tipo de sentimiento.
El pasado 24 de junio de 2018 en la comunidad de Las Varas, al oeste de Chihuahua: durante 10 horas miembros del grupo “Gente Nueva”, brazo armado del Cártel del Pacífico sostuvieron un enfrentamiento contra sicarios de “La Línea”, grupo armado del Nuevo Cártel de Juárez.
El intercambio de disparos de rifles de asalto, granadas de fragmentación y fusiles Barret calibre 50 por más de 10 horas, obligó que días después los pobladores iniciaron un éxodo a otros pueblos.
Por lo menos unas mil 417 personas abandonaron sus casas para iniciar un peregrinar a lugares más seguros y en los que estuvieran a salvo de la violencia del narco, dejando detrás de ellos su historia y algunas de sus pertenencias.
Esa misma situación vivieron los pobladores de Nicolás Bravo, pueblo que comparte con Las Varas el territorio de Madera, municipio colindante con el estado de Sonora, al noroeste de México.
También ciudad Juárez, Chihuahua que por tres años seguidos, se llevó la etiqueta de la ciudad más insegura del mundo, ahí fraccionamientos vacíos, la venta de casas en una ganga, fue lo que dejó el sicariato en el estado.
Guerrero, Michoacán y la parte sur del Estado de México, sufren lo mismo. Un éxodo de sus pobladores ante el creciente accionar del crimen organizado en la zona de la denominada Tierra Caliente, decenas de pobladores de estos tres estados dejan su hogar y sus pertenencias para salvar la vida.
Otro de los estados de los cuales hablaremos después, es Durango. Uno de los estados que están dentro del llamado Triángulo Dorado, donde los sicarios de los hermanos Guzmán, mejor conocidos como “Los Chapitos” han comenzado a violar el reglamento que puso uno de los líderes del Cártel del Pacífico/Sinaloa, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, el “Chapo”, no meterse con la población de donde esté su plaza.
Acá los embates del crimen organizado está afectando a los comercios y los pequeños empresarios de la zona de la laguna, donde han comenzado a emigrar a otros estados, lo que va a llevar a la entidad a una alarmante quiebra económica.
Así algunos estados de México que son similares a Kabul, donde todos quieren huir antes el embate de los criminales que buscan imponer sus leyes, sus reglas con base en violencia, sangre y fuego.
