Por. José C. Serrano
Jorge Fernández Díaz nació en el barrio porteño de Palermo, Argentina, hace 61 años. Es escritor y periodista de larga data. En sus libros se mezcla el periodismo con la literatura. Alterna en sus relatos temas emocionales y cotidianos de gente común y corriente, con historias épicas de héroes contradictorios.
En los últimos años ha desarrollado también su impronta de escritor político, tanto en sus novelas de ficción policíaca como en sus artículos ensayísticos. Ha escrito novelas, cuentos, crónicas y artículos. Escribe ficciones desde 1972 y es periodista profesional desde 1981, cuando creó Retruco (vocablo usado en el juego de billar). Muestra su talento para desarrollar sus dos vocaciones de un modo paralelo.
En 1985, Fernández publicó la novela negra El asesinato del Wing izquierdo; en 1997 salió a la luz pública El dilema de los próceres, una novela de misterios y peripecias sobre el ser argentino, que protagonizaban Sherlock Holmes y Borges; un volumen de relatos que llamó Corazones desatados, circuló en librerías en 2007 y, La segunda vida de las flores, en 2009.
A finales de 2014 publicó El puñal, una novela centrada en un espía llamado Remil, que se encarga de arreglar asuntos para políticos. El texto fue traducido al francés como Le Gardien de la Joconde, fue finalista del Gran Premio de la literatura policíaca y del Gran Premio Literario Violenta Negra del festival de Toulouse en 2019.
En fechas recientes, Fernández Díaz ha sido entrevistado para medios impresos y redes sociales, con motivo de la publicación de su nueva novela La traición. El escritor y periodista ha dicho que los reporteros y columnistas publican el 20 por ciento de lo que saben, el 80 por ciento restante lo guardan en un cajón de su escritorio. Ahí es donde el escritor entra al rescate de lo que no se cuenta y lo plasma, por ejemplo, en una novela.
Menciona que el protagonista de La traición es el peculiar agente Remil, ahora más maduro y precavido, quien sigue con su oficio de solucionador de problemas, que trabaja para “La Casita”, el servicio de inteligencia argentino. Con esta novela, la tercera en la saga de Remil, el autor se ha metido en caminos muy pantanosos, hasta tal punto que el papa Francisco se ve involucrado en un affaire, pero no es el único en esta novela negra de espías.
Su estilo es rudo e incisivo y puede parecer difícil a los lectores de otros países de habla española, por los muchos giros argentinos que utiliza, pero una vez acostumbrados a la semántica porteña del autor pueden disfrutar sobremanera con las singulares tramas que el escritor despliega en el libro. Los poderes fácticos no salen bien parados, cuenta Fernández a sus entrevistadores.
El espionaje político que practica Remil “siempre me ha servido para narrar la trastienda del poder. En esta ocasión, la trama parte de un hecho político: el papa Francisco opera intensamente en la Argentina y recibe en el Vaticano a personajes impresentables de la política local”, agrega.
En México ha habido muchas trastiendas donde se esconden las reiteradas fechorías y traiciones que los gobernantes han cometido desde, por lo menos, los últimos 33 años. ¿Dónde están los pares mexicanos de Fernández Díaz que escudriñen estos siniestros escondrijos?