Carlos Arturo Baños Lemoine.
Andrés Manuel López Obrador, el Nerón de Palacio Nacional, no será el primero ni el último político que denueste a la prensa que lo critica. Más allá del contenido de la crítica, a todo tirano le incomoda que le lleven la contraria. Todo sátrapa busca el halago y el aplauso como respuesta natural de toda persona que aún respire sobre la faz de la Tierra.
López Obrador no es la excepción. Menos él, que todos los días desayuna megalomanía y narcisismo: la historia de México se debe escribir con un “antes” y un “después” de López Obrador. Todos los tiranos han buscado ser un punto de inflexión histórico y cósmico.
Su negación de la cruda realidad llega a niveles brutales de autocomplacencia, de tal modo que, en la semana que termina, el líder de la Cuarta “Transtornación” Mental se atrevió a decir que él no lee la prensa que lo critica “por salud mental”. En esta ocasión, hizo referencia específica a la prensa que ha criticado su terca decisión de que los niños regresen a clases presenciales en quince días, pese al repunte de contagios, en lo general, y al riesgo para los niños, en lo particular.
Pero, bueno, si le han valido madre los niños con cáncer ¿qué podemos esperar de este psicópata? Su palabra debe ser “ley cósmica”. Su voluntad es la extensión terrenal de la “voluntad de Dios”. Por eso, y como él dijo, “llueve, truene o relampaguee”, los niños volverán a clases presenciales. ¿En esto no importa la voluntad del pueblo, verdad? Los padres de familia aquí no importan. La salud de los niños aquí no importa.
Por si fuera poco, Delfina Gómez, la inepta Secretaria de Educación Pública, pretende que los padres de familia firmen una carta responsiva que deslinde al gobierno pejista de todo lo que les pase a los chamacos en sus escuelas, bajo el entendido de que no faltarán escuincles “golpistas” que seguro se enfermarán a propósito para que la “prensa conservadora” pueda atacar al Santo Patrón de Macuspana.
¡Y miren ustedes, mis amigos, al “presidente liberal” auspiciando fanáticamente un sistema escolar autoritario, ineficiente, obsoleto, caro, amafiado y súper-burocratizado, incluso a costa de la salud de los niños! ¡Y resulta que el problema es la prensa que lo critica!
Vaya, vaya, al parecer los buhoneros, escribanos y bufones que están al servicio de López Obrador, y que cobran jugosos contratos “al amparo de la 4T” en Canal 11, Canal 14, Canal 22, TV UNAM, Radio Educación, La Octava, La Jornada, Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, NOTIMEX (aunque esté cerrada), etc., no han estado a la altura del encargo propagandístico que les encomendó su patroncito.
Y como la prensa oficialista de la 4T no ha logrado contrapesar ni anular a la prensa crítica, pues Andrés Manuel López Obrador, el Nerón de Palacio Nacional, ha decidido no leer más a la prensa crítica… ¡por “salud mental”!
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Esta videocolumna de análisis, crítica y opinión es de autoría exclusiva de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.