La pequeña localidad de Surfside, en Miami-Dade, trata de sobreponerse al “trauma colectivo” causado por el derrumbe del edificio Champlain Towers South y la muerte de al menos 97 personas, al cumplirse un mes de la tragedia ocurrida en lo que hoy es solo un solar.
“Para nosotros es como el 9/11“, reconoció Charles Burkett, el alcalde de este enclave de poco más de 6 mil habitantes, quien comparó el siniestro del pasado 24 de junio con los atentados de 2001 en Nueva York.
La ciudad ha optado por organizar el domingo un discreto concierto sinfónico en la playa para recordar a las víctimas del súbito derrumbe del ala que miraba al mar de este condominio de 12 pisos, que en segundos quedó reducida a una montaña de escombros.
De ese ya desparecido amasijo de concreto y hierro, aumentado por la demolición controlada de la parte en pie del condominio el 4 de julio, se rescató a una mujer que murió en el hospital al que fue trasladada, además de extraerse 96 cuerpos sin vida.
Entre las víctimas hay personas mayores que habían decidido retirarse en este edificio de más de 130 apartamentos, así como menores de edad, jóvenes, adultos y familias, todos de nacionalidades diversas, aunque especialmente de Latinoamérica.
La difícil vuelta a la normalidad
Según Burkett, una vez que se han retirado los escombros del lugar del siniestro, el tramo de la avenida Collins cerrado a causa del derrumbe podría ser reabierto al tráfico este fin de semana, al menos de forma parcial.
Ello luego de que también los equipos que trabajaron de forma infatigable los últimos 30 días han ido concluyendo su tarea y el viernes empezaron a retirarse del lugar, del que se han sacado más de 10 mil toneladas de escombros.
Con gran parte del amasijo de los restos de la edificación colocados en un depósito en Miami, donde los especialistas prosiguen las labores de recuperación de restos humanos, Surfside intenta volver a la normalidad mientras algunos familiares esperan todavía noticias de sus seres queridos.
“Estaremos con ellos en este evento de prueba y tribulación“, prometió el alcalde respecto a las familias “rotas y devastadas” que ha dejado el colapso, a las que autoridades de todos los niveles, desde el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se han acercado para darles su apoyo.
Burkett dijo que los agentes de la Policía de Miami-Dade siguen analizando “cada pedazo de escombro” transferido al depósito, porque cada pieza puede tener “algo de vida de alguien”, y por ello estudian crear desde pinturas hasta pequeñas piezas como diamantes.
Al mismo tiempo, los pocos más de 30 agentes policiales de Surfside, que alberga una numerosa comunidad judía, han perseguido de forma agresiva a quienes han intentado estafar a las víctimas y familiares con engaños y robos de identidades.
“No vamos a parar hasta que sean arrestados“, prometió el alcalde.
¿Otro edificio o un memorial?
Una vez despejado el sitio donde se levantó el Champlain Towers, construido en 1981, la pregunta ahora es qué hacer en ese pedazo de tierra. Los propietarios y autoridades se preguntan si levantar un memorial o construir otro edificio.
“No debería convertirse en otro edificio, sería una vergüenza y un insulto para quienes se vieron afectados”, opinó en declaraciones la comisionada de Surfside Eliane Salzhauer, quien se inclina por un memorial que sirva para enseñar y educar.
Burkett, sin embargo, manifestó que empieza a surgir un consenso para que en esa área se erija un memorial y al mismo tiempo se permita volver al sitio a quienes se quedaron sin vivienda.
El futuro del sitio es uno de los asuntos que dirime el juez de Miami Michael Hanzman, quien supervisa las compensaciones a los familiares y afectados.
Hanzman dijo que recibirán inicialmente 150 millones de dólares en compensación, un monto que surge del desembolso del seguro del Champlain Towers South y de la previsible venta del terreno.
La investigación
El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NITS) es la agencia al frente de la investigación federal sobre el colapso, cuyo reporte final puede tardar años, un tiempo que Burkett dice Surfside no puede esperar.
“Nuestros residentes necesitan saber cuánto antes que causó ese colapso” y saber si otros edificios de la localidad son seguros, señaló.
La ciudad ha contratado al ingeniero Alyin Kilsheimer para que haga “pruebas geotécnicas” en el sitio, al que aún no ha podido acceder por estar considerado una “escena criminal” por la Policía de Miami Dade.
“Tengo unas 30 ideas de lo que puede haber pasado, pero hasta que no hagamos la investigación no podemos saber”, dijo el ingeniero.
Kilsheimer explicó que el primer paso consistirá en analizar los materiales y cimientos, lo cual tardará un par de meses. No puede aventurar una fecha para el resultado final.
A su juicio, tal como ha quedado el área hay una “potencial” amenaza para la seguridad pública, ya que se ha formado una suerte de “tina” cuyas paredes podrían colapsar por el paso de vehículos pesados o por la acumulación de agua producto de las tormentas y lluvias.
“La gente asume que el suelo es constante, que no cambia con los años, pero el calentamiento global y el aumento del nivel del mar nos ha enseñado que el océano sí cambia cosas, que el cambio climático afecta”, señaló Salzhauer.
La comisionada trabaja en una iniciativa legislativa para que los procesos de recertificación, como en el que se hallaba inmerso el Champlain Towers South no se efectúen luego de 40 años de la construcción, sino a los 30.
El alcalde señaló que esa idea se ha discutido, pero incidió en primero entender lo que pasó, lo que supone esperar los reportes de los ingenieros, “antes que prescribir soluciones”.
“Empezamos como una familia y terminaremos como una familia”, agregó.
EFE