México.- El coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, urgió al Presidente de la República a dejar la centralización de la vacunación y abrirla para que, sobre todo, los niños y jóvenes regresen protegidos a clases.
Agregó que México es el cuarto país en el mundo con el peor manejo de la pandemia y en esta semana hemos regresado a los niveles de infectados de enero pasado.
“Oficialmente ya rebasamos las 236 mil muertes por Covid-19, hay más de 2 millones 600 mil contagios y en menos de siete días pasamos de contar 8 mil 507 a más de 12 mil infectados por día. Estos son indicadores muy alarmantes que deberían prender las alarmas y reorganizar las fuerzas sanitarias del país”, apuntó en un comunicado.
Dijo que todo el país abrigó la posibilidad de que después del proceso electoral, el gobierno federal soltaría alarmas y pondría mayor atención para vacunar sin distingo a todos los mexicanos para evitar más decesos, pero el relajamiento social no fue considerado y desde la segunda quincena de junio se fue gestando la tercera ola con niveles de contagio similares a los tenidos en enero pasado.
“Hoy el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, apenas comienza a reaccionar y ya vamos retrasados en la estrategia, porque a diferencia de la primera y la segunda ola de contagios, ahora ya no contamos con los hospitales reconvertidos y enfrentamos variantes letales del virus”, añadió.
Además, el ritmo de aplicación de las diferentes vacunas es demasiado burocrático, centralista y no admite críticas constructivas porque impera la soberbia y la incompetencia en las principales áreas de decisión; con un liderazgo fallido que se ha negado a ampliar las inoculaciones a la sociedad civil, dijo.
Han llegado a México 70 millones de vacunas y se ha vacunado a 52 millones de personas, es decir, solamente el 22% de la población se encuentra con una dosis completa, lo que nos arroja que 18 millones de vacunas están almacenadas por la ineptitud de un gobierno incapaz de instrumentar una estrategia eficaz para aplicarlas.
Además, debe aumentar el número de pruebas, pues las que se realizan siguen siendo muy bajas para saber la dimensión del crecimiento de contagios y, por supuesto, tiene que permitir la participación de la sociedad para acelerar el ritmo de vacunación.
“No esperemos a que aumenten las hospitalizaciones y luego los fallecimientos, urgimos a actuar pronto para evitar más dolor en los hogares mexicanos”, finalizó.
Con información de la Cámara de Diputados