Por. Patricia Betaza
Finalmente llegó y tenía que llegar porque el comportamiento del virus SARS-CoV-2 es imparable por las variantes que de él se desprenden. Y también llegó porque la vacunación es el único control para frenarlo. Aún sin que las autoridades federales de salud lo establecieran, cinco estados decidieron retroceder en el Semáforo Epidemiológico. A partir del lunes, Sinaloa regresa al rojo, el Estado de México, Michoacán, San Luis Potosí y Oaxaca al amarillo. Los contagios se han disparado en los últimos días a más de 12 mil diarios, según los reportes oficiales. Los domingos, como ha venido ocurriendo en todas las semanas, los reportes bajan la frecuencia de casos y de fallecimientos. El último corte sitúa en 4 mil 438 nuevos contagios y 91 muertos. Pero al arrancar la semana, los números reportan alzas. El sábado la secretaria de Salud de la CDMX, Oliva López Arrellano reconoció con contundencia que la variante Delta -de India- ya está circulando entre la población capitalina. Dijo que esta variante es responsable del 65 por ciento de los casos recientes y que ha afectado a más personas de menor edad. ¿Qué tiene de particularidad esta variante? que es mucho más contagiosa que las anteriores, aunque de acuerdo con reportes de la Organización Mundial de la Salud, es menos letal. Llegó la tercera ola de COVID porque cada vez sabemos de más casos en nuestro entorno. Y también en personas vacunadas. Sin embargo, los números actuales, dicen, no están en los niveles de finales del 2020 y principios del 2021. ¿Estamos listos para un nuevo confinamiento? ¿Puede la economía soportar un nuevo cierre de actividades? ¿ Podrá realizarse un regreso a clases presenciales en el próximo ciclo escolar? Las antenas se han prendido. Habrá que ver el desarrollo de la pandemia en los próximos días. Estar vacunados, con cualquier vacuna, es una garantía de poder pasar con menos problema la enfermedad. De eso se trata: de que la mayor parte de la población esté vacunada. En Estados Unidos, las autoridades lo llaman la pandemia de los no vacunados. Es otra la realidad de ese país donde persiste el negacionismo. En el caso de México la esperanza se centra en que cada vez más la población esté vacunada. Debemos estar informados y alertas. Como desde hace más de un año, más nos vale seguir con cubrebocas, aplicar la sana distancia y el lavado de manos. Los próximos días serán claves para el desarrollo de la pandemia.