Por. Rubén Cortés
Con el actual presidente, en México matan a 10 mujeres diarias, casi un millón perdió el empleo, miles carecen de tratamiento gratis contra el cáncer. Pero el actual presidente usa más dinero público en promover su pasatiempo favorito, que en atención a las mujeres.
Mientras el jueves el mandatario era ponchado con lanzamientos por abajo del brazo (a la distancia de los niños cuando empiezan a jugar) su gobierno anunció un paquete de mil 700 millones de pesos de nuestros impuestos, para reparar estadios de béisbol.
Esos mil 700 millones de pesos para arreglar graderíos o césped para el disfrute del béisbol, son mucho más que los apenas 830 millones de pesos que su gobierno tiene destinados al Instituto Nacional de las Mujeres para este año.
Y también menos que los 405 millones de pesos aprobados por la mayoría del presidente en la Cámara de Diputados, dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación, para el funcionamiento de los refugios de mujeres maltratadas.
Sin embargo, hay en México más incidentes diarios de mujeres que sufren violencia familiar que gente jugando pelota: el propio gobierno registra 611 incidentes diarios de mujeres maltratadas, 160 con lesiones dolosas y 46 violadas.
Pero el deporte favorito del presidente, que es practicado sólo en algunas regiones del país, recibe montones de dinero de nuestros impuestos: la oficina del Presidente maneja 264 millones de pesos solo para el béisbol, aparte de los mil 700 ya mencionados.
Esos 264 millones de pesos fueron aprobados por la mayoría del presidente en la Cámara de Diputados para la práctica de marcha, boxeo y béisbol. Sin embargo, al final fueron concentrados en Probeis, una oficina manejada directamente en Palacio Nacional.
Mientras, en el país no cesa el bateo contra las mujeres: de enero a mayo, 423 fueron asesinadas sólo por ser mujeres (vejación, dolor, saña, venganza…) y mil 187 en homicidios dolosos (balaceras del crimen organizado, sobre todo).
Además, las mujeres han sido el sector más vulnerable durante la crisis económica en la que se hunde el país desde la cancelación del aeropuerto de Texcoco al inicio del actual gobierno: 893 mil 921 mujeres se encuentran sin trabajo, según el Inegi.
Y según Coneval, 42,4 por ciento de las mujeres mexicanas son pobres y una de cada seis no puede comprar la canasta alimentaria, aunque dediquen todos sus ingresos a comprarla: tortilla, pan, leche, huevo, arroz, queso, carne, frutas y verduras.
A la vez, el presidente les carga la mano pidiéndoles que mantengan “la tradición en México” que, de acuerdo con su concepto es ser amas de casa: “son las que mejor cuidan a los padres, los hombres somos más desprendidos”.
Por eso les da más dinero público a los beisbolistas.