Raúl Flores Martínez.
No es una casualidad que las gubernaturas ganadas por Morena en las pasadas elecciones, estén precisamente en la zona costera del Pacífico, una zona por demás dominada por el Cártel del Pacífico/Sinaloa, como es conocido popularmente en la cultura del narcotráfico, y digo que no es casualidad porque han salido a la luz, testimonios de cómo este grupo criminal trabajo para que se ganaran estas gubernaturas.
Hoy se puede decir que Morena tiene un pacto con el grupo criminal que era encabezado por el archienemigo número uno de Estados Unidos, Joaquín Archivado Guzmán Loera, “El Chapo” que a pesar de que ya purga una condena en el vecino país, sus hijos han tomado el poder de una fracción que casualmente es la que domina los estados morenistas.
Al escribir estas líneas me vienen a la mente dos hechos por demás sobresalientes que realizó el presidente, Andrés Manuel López Obrador en distintos días, pero con la misma familia, recuerda usted el llamado Culiacanazo, este hecho sucedió el pasado 17 de octubre de 2019, cuando se dejó libre a Ovidio Guzmán López, alias el “Ratón” a pesar de que se tenía todo el operativo para su detención por elementos del Ejército mexicano.
Otro hecho, el 29 de marzo de 2020, el mismo López Obrador durante una gira en Badiraguato, Sinaloa detuvo su paso para acercarse a la camioneta de doña Consuelo Loera Pérez, madre del “Chapo” Guzmán, un hecho que generó diversos comentarios y críticas, porque en días anteriores no paró el vehículo en el que se transportaba para hablar con padres de niños con cáncer.
Estos dos hechos, ahora salen nuevamente a la luz pública para dejar el antecedente de lo ganado por Morena de la mano con el crimen organizado que utilizó toda su estructura del sicariato en algunas casillas para que se inclinara la balanza con los candidatos de este partido político, amenazas de muerte, compra de votos, todo a fin de que se llevaran estos gobiernos.
La frase de “abrazos no balazos”, surtieron efecto para que el partido en el poder, siguiera teniendo una parte del país en su poder a través de las gubernaturas, será en los próximos meses si este pacto no escrito se respeta, sobre todo ahora que el CJNG, se siente traicionado por algunos políticos morenistas que apostaban por otros candidatos que al fin serán borrados del mapa de la política mexicana.
Dicen los expertos que vendrán tiempos difíciles en los estados de la zona costera del pacífico, en esa zona donde domina el grupo criminal que ahora, se ve tiene el apoyo gubernamental, como lo tuvo en su momento en otras administraciones, quizá se vea un cambio radical en la radiografía del crimen organizado en México.
