Carlos Arturo Baños Lemoine.
Me voy enterando de que la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM está cumpliendo 70 años de existencia. Y el mejor regalo que, para la ocasión, se le puede hacer a este bodrio “universitario” es desaparecerlo.
Ya han sido muchas las generaciones que han salido de esa estructura “educativa” de carácter estatista, autoritario, dogmatizante y parasitario. Ya mucho daño le ha hecho esa Facultad a este país, vomitando hordas de grillos o de devotos burócratas del oficialismo en turno y, sobre todo, cocinando recetas “teóricas” de dudosa calidad y amargas consecuencias, comenzando por el marxismo y terminando por el feminismo.
Después del Movimiento Estudiantil del 68, esa Facultad se volvió un semillero de escuincles (y no tan escuincles) con ansias de ser los “nuevos revolucionarios”. Y deseaban formarse tan bien para “la revolución y la transformación social” que allí se fosilizaban mientras aspiraban a una plaza universitaria o a un cargo público, para vivir cómodamente como parásitos de ese Estado que tanto deseaban acabar.
Ya contamos con las condiciones socio-tecnológicas para cerrar definitivamente ese centro de adoctrinamiento, propaganda y operación política. Todas las carreras que ahí se imparten (antropología, comunicación, ciencias políticas y administración pública, relaciones internacionales y sociología) pueden cursarse completamente en línea.
Contamos con las condiciones socio-tecnológicas para que cualquier persona interesada pueda estudiar esas carreras, sin padecer escasez de aulas, horarios rígidos, profesores indeseables, compañeros patéticos, traslados oprobiosos, pérdida de horas/hombre, pobreza de recursos bibliográficos, etc.
Como sociedad debemos comprender que el sistema escolarizado está herido de muerte y debemos acelerar su extinción, comenzando por la nefasta Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
En México, necesitamos impulsar una revolución educativa y, para ello, debemos cancelar todas las formas anquilosadas y obsoletas de educación. El primer paso debe ser acabar con el sistema escolarizado a nivel licenciatura que imparte carreras sociales y humanísticas. De igual modo debemos proceder con todo el bachillerato de la UNAM (preparatorias y CCHs). Debemos invertir mejor los recursos públicos que se destinan a la educación, por el bien de la educación misma.
Comencemos por desaparecer a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
¡Ya basta de mantener fósiles, grillos y parásitos con dinero público!
Twitter: @BanosLemoine
YouTube: Carlos Arturo Baños Lemoine
https://banoslemoine.wordpress.com/
Esta videocolumna de análisis, crítica y opinión es de autoría exclusiva de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.