Oaxaca.- Actuando con total impunidad y ante la complacencia de las autoridades estatales y municipales los llamados estudiantes “normalistas” destrozaron ayer vehículos, bancos y comercios a su paso durante su marcha que partió del crucero de la ex Ieepo, en solidaridad con sus compañeros de la normal de Mactumactzá.
Un guardia de seguridad herido de las oficinas del Monte de Piedad, decenes de establecimientos comerciales, bancarios, automotrices y restaurantes del Zócalo de la ciudad de Oaxaca, así como vehículos dañados fue el saldo de la marcha de encapuchados de la Coordinadora Estudiantil Normalista del Estado de Oaxaca (Ceneo) que salieron del crucero de las antiguas oficinas del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (Ieepo) hacia el centro de la capital oaxaqueña.
Bajo el pretexto de mostrar su apoyo por la represión que sufrieron los estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumactzá, Chiapas, detenidos el pasado 18 de mayo por policías de Chiapas, los jóvenes desde el inicio de su movilización en la capital oaxaqueña agredieron a reporteros que los cubrían en el crucero del Ieepo.
Posteriormente, al pasar por la Plaza Bonn, destruyeron los cristales de la automotriz y dañaron los autos exhibidos sin importarles que fueran nuevos.
Lo mismo sucedió en la gasolinera de Fonapas donde realizaron pintas para exigir la liberación de sus compañeros, robaron los aceites para los automóviles y llenaron botes con gasolina.
En el restaurante Vips, ubicado sobre la avenida Juárez, rompieron los cristales de las ventanas, al igual que en otros comercios ubicados sobre esta calle.
En el Monte de Piedad hirieron en la cara al guardia de seguridad, por lo que el servicio de emergencia tuvo que acudir al inmueble ubicado sobre la calle de Morelos para auxiliarlo.
Al llegar al Zócalo los normalistas ó “anormales”, como también son conocidos entre los oaxaqueños por la agresividad que muestran en cada una de sus movilizaciones, destrozaron las mesas, macetas, sillas, tazas y platos de restaurantes como el Bar Jardín, uno de los más dañados por los encapuchados.
Ante la nula intervención de alguna autoridad, los empresarios cerraron sus negocios ante la falta de seguridad y garantías por parte de los gobiernos municipal y estatal para seguir laborando u ofreciendo sus servicios.
Coincidieron en señalar que era lamentable que hasta el momento ninguna autoridad aplique la ley contra todos los agravios que han cometido los supuestos estudiantes normalistas de Oaxaca.