Rubén Cortés.
Es una derrota para el presidente: únicamente el Ejército supera al INE en respeto de los ciudadanos por las instituciones. Sí: sólo que el Ejército es la institución favorita del presidente; mientras que el presidente embiste todos los días al INE con tirria, ojeriza y saña.
La encuesta de SIMO Consulting para El País sobre los principales organismos de México, muestra que son los militares (Ejército y Guardia Nacional) en quienes más confían los mexicanos, seguidos por el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral.
El revés para el presidente está en que el Ejército es el más querido aquí desde hace décadas, incluso cuando él y su grupo político lo acusaron en el sexenio pasado (y en su campaña presidencial) de participar en la desaparición de los 43 en el Caso Iguala.
Y en que es el Ejército el puntal en que afinca su gobierno, con la infiltración de los generales en las instituciones civiles y la conversión de los soldados en albañiles construyendo el Tren Maya y los aeropuertos de Santa Lucia, Tulum, Chetumal, Palenque.
Con el actual presidente, la cifra del dinero del Ejercito que no puede auditarse es de 48 mil 779 millones de pesos; mientras que con Enrique Peña era de apenas cinco mil 40 millones. Ese dinero está en el Fideicomiso de Administración y Pago de Equipo Militar.
Así que no es noticia que el súper empoderado y súper publicitado Ejército sea el más valorado, sino que el segundo más valorado sea el INE, contra el que el presidente dirige una campaña feroz, secundada por su partido al grito de “Muerte al INE”.
Y que, mientras que da a guardar al Ejército el dinero para pagar sus proyectos prioritarios en caso de perder el seis de junio la mayoría legislativa, el mandatario señala al INE como enemigo de la democracia y principal obstáculo para alcanzarla.
El presidente autoriza al Ejército 48 mil 779 millones inauditables, pero condena los 20 mil millones que recibe el INE para garantizar la salud de nuestra democracia, organizando elecciones libres y transparentes, tal como la que lo convirtió a él en presidente.
Sí: porque esos 48 mil 779 millones inauditables del Ejército son aparte del presupuesto oficial que le dio el presidente para este año: 112 mil 557 millones de pesos, con potestad, además, para adjudicar obras a dedo en bancos, construcción, salud, aduanas.
Aún con tamaña desventaja, el INE es después del Ejército la institución más respetada por la ciudadanía. Y a pesar de que desde la máxima tribuna del país es denostado, mancillado, agraviado todos los días, sin pruebas, y con todo el peso del Estado mexicano.
Y eso es un fracaso para el presidente.