Por. Rubén Cortés
El presidente que se dice el más atacado por la prensa en un siglo, sólo puede mencionar entre sus atacantes a cinco periodistas y dos periódicos, en el país con más periodistas y más periódicos en el idioma español. Son sus enemigos: cinco hombres y dos diarios.
En las pláticas donde dice informar a sus gobernados sobre sus acciones de gobierno, se refiere 91 veces a Enrique Krauze; 72 a Héctor Aguilar Camín; 48 a Carlos Loret de Mola; 36 a Ciro Gómez Leyva; 20 a Joaquín López-Dóriga y 14 a Raymundo Riva-Palacio.
Según el seguimiento del doctor Luis Estrada a las “mañaneras”, el presidente de México se refiere, además de esos cinco periodistas, a los diarios nacionales Reforma y El Universal, básicamente; además de algún extranjero que lo mencione.
Es cierto que en muchos espacios editoriales de los medios existen articulistas y columnistas críticos del presidente. Sin embargo, éste no suele referirse a ellos. Su gran preocupación como Jefe de Estado son cinco. ¡Cinco!
El problema aquí es que el presidente cometió el error de anular a los medios y a los periodistas desde el periodo de transición previo a asumir el poder. Y por eso no concuerda con la realidad su relato de que es el presidente más atacado desde 1910.
Peor aún: en dos años y medio aplastó a todos y se quedó sin nadie a quien culpar de la catástrofe de su gobierno: con muchísimo miedo y muy poquita ley, liquidó a los medios, oposición, Iglesia, ONG’s, empresarios, agrupaciones civiles y compró al Ejército.
Ahora tiene que buscar nuevos enemigos para poder llenar sus monólogos de dos horas cada mañana de días hábiles, pues a falta de estadísticas comprobables que avalen su gobernanza, las llena (según la medición del doctor Estrada) diciendo, por ejemplo:
–160 veces “revocación de mandato”
–127 veces “reelegirme”
–104 veces “golpismo”
–18 veces “al carajo”
Sin embargo, mientras culpa a los medios (en lo que encuentra o fabrica nuevos enemigos) el presidente injusto con los dueños de medios, porque la gran mayoría de éstos le obsequian sus espacios editoriales: portadas, teasers, coberturas, fotos.
No olvidemos que, de ocho empresarios que fueron con el presidente a hacer campaña para Trump en Washington en julio de 2020, cuatro fueron dueños de medios que, además de ser dueños de medios, son contratistas del gobierno en otros negocios.
Más bien, el presidente lo que tiene es muy buena prensa, ya que la mayoría de los propietarios le ceden los espacios que marcan opinión y tendencia: portadas y teaser; mientras encierran la crítica en las secciones de opinión, que son para consumidores de nicho.
Así que no es el más atacado.
Todo lo contrario.