México.-Un estudio reciente demostró que la pérdida de olfato como síntoma de Covid-19, se debe a una inflamación del sistema nervioso.
Hasta antes de las averiguaciones, este padecimiento por Covid-19 era atribuido a un “edema (hinchazón) en el nivel de la hendidura olfativa”.
Sin embargo, los análisis de centros de salud e investigación franceses -como el Instituto Pasteur y la Universidad de París- refutaron esta teoría.
Pérdida de olfato por Covid-19 es provocada por una infección de neuronas sensoriales
La reciente investigación estudió a un grupo de pacientes con Covid-19 que manifestaron síntomas durante la enfermedad.
Así, los expertos descubrieron que la pérdida de olfato como síntoma del coronavirus, se debe a una “inflamación persistente” del sistema nervioso olfativo.
Esto sería consecuencia de una infección de las neuronas sensoriales; la cual, impide “el paso del aire que lleva las moléculas del olor a las células nerviosas olfativas”.
La congestión nasal también estaría relacionada con esta infección e inflamación del sistema nervioso olfativo.
De acuerdo con los expertos, este estudio también es una alerta sobre el posible daño cerebral que trae consigo un contagio de Covid-19.
Y es que, dado que el virus inflama el sistema nervioso, “la infección de las neuronas olfativas puede constituir una puerta de entrada al cerebro”.
En este sentido, sugirieron realizar nuevas investigaciones alrededor de los trastornos psicológicos como secuelas de Covid-19.
Pruebas PCR darían ‘falsos negativos’ a pacientes con pérdida de olfato
Además del reciente hallazgo de la verdadera causa de la pérdida del olfato por Covid-19, los investigadores también revelaron “información inesperada” sobre la detección del virus.
Según el estudio, las pruebas PCR entre los pacientes que manifiestan el síntoma de pérdida de olfato, podrían no ser eficientes.
Por este motivo, los investigadores recomiendan “un cepillado nasal como técnica de recogida de muestras” en adición a las pruebas PCR convencionales.
El estudio fue publicado en la revista Science Translational Medicine