Rubén Cortés.
El seguimiento estadístico de Luis Estrada a las “mañaneras” es la novedad informativa surgida durante el actual gobierno, un gobierno de fuerte rechazo a la información que no salga del presidente. Y el descubridor de la novedad fue Joaquín López-Dóriga.
Gracias a su espacio de los lunes en el noticiero de Joaquín, el trabajo de Luis es la fuente de información precisa y comprobable más citada en México y el extranjero, al momento de tratar el fenómeno de comunicación único en la historia que son las “mañaneras”.
El análisis de Luis (doctor en Ciencia Política por la Universidad de California) es también un fenómeno en el entorno de los medios hoy en México: un fenómeno que impulsó Joaquín con su ojo de editor.
Un lunes de febrero de 2019, invitó a Luis a un comentario. Luis decía que “el eje del modo de gobernar del presidente son las mañaneras; el presidente no ha ido a visitar a las familias de los 125 fallecidos por la explosión en Tlahuelilpan…”
Y el instinto de Joaquín, entrenado en medio siglo de periodista total, pescó al vuelo que “había algo” en aquel ejercicio inédito de desmenuzar quirúrgicamente el ejercicio presidencial, también inédito, de la comunicación directa diaria con sus gobernados.
Así que Joaquín atrapó para sus oyentes la novedad informativa de lo que va de gobierno del actual mandatario:
–Bueno, Luis, por qué no hacemos un corte mensual entonces…
–Sí, claro, lo hacemos, Joaquín.
–No: mejor cada quince días…
–Sí, claro, lo hacemos, Joaquín.
–Bueno, bueno, te espero aquí cada semana para analizar las mañaneras.
En segundos, la sonda periodística de Joaquín captó la perla negra que había en los datos de Luis: a la mañanera le había nacido un vigilante contumaz, listo y original en el noticiero de radio más escuchado de la tarde en México.
Un gran palo periodístico de la revisión de Luis, a través de su empresa SPIN-Taller de Comunicación Política, fue demostrar que, contrario a lo que afirmaba casi a diario, el presidente no era “el presidente más atacado en 100 años”.
Las cifras de SPIN demostraron que, por solo comparar con dos presidentes recientes, Felipe Calderón y Enrique Peña habían sido más criticados. Otro hallazgo destacado es que el actual mandatario dice 87 expresiones “no verificables” diarias.
Una encuesta publicada el martes por El Financiero va de la mano con el hallazgo de Luis: “También bajó la percepción de que el Presidente en sus mañaneras habla con la verdad, al pasar de 64 a 49 por ciento entre enero y abril”.
El talento ha tenido su premio: el del descubridor Joaquín; y el del agudo Luis Estrada.
Para bien del periodismo.