Jorge Miguel Ramírez Pérez.
Los planificadores de la destrucción lo que buscan es derrumbar el espíritu de lucha del adversario, porque en esa estrategia radica su caída definitiva
Eso ya sucedió evidentemente en la guerra civil entre el Sur y el Norte en los Estados Unidos en el siglo XIX. Las fuerzas del Norte habían logrado ofensivas determinantes para reducir al ejército confederado; y el avance al final de esa sangrienta lucha fratricida, auguraba militarmente un éxito de parte del jefe del ejército de la Unión, el general Ulises S. Grant; pero había un escollo para que el triunfo fuera definitivo: el espíritu de combate de los sureños.
A tal efecto Grant comisionó al general Sherman, para la guerra total; se trataba de doblegar al Sur no solamente en el plano militar, sino en el económico: incendiando las cosechas, los bosques, demoliendo sus puertos y zanjando sus caminos; en lo social: derruyendo su vida comunitaria, sus mansiones, sobajando a sus mujeres; demoliendo sus costumbres, ninguneándolos al grado de calificarlos de inútiles, estorbos de la civilización.
Por algunos meses Sherman desapareció de la vista de sus superiores Lincoln y Grant, para “salir de algún agujero” como dijo Lincoln. Una nube de humo real y simbólico le seguía después de haber humillado el espíritu sureño. Entonces se empezó a hablar del triunfo del Norte.
Esa anécdota como otras similares, externa enseñanzas del combate para destruir el espíritu de lucha de los pueblos, se combina el menosprecio con la crueldad. Mentes llenas de malicia fabrican los gérmenes de una contracultura, las expresiones de la civilización, se sustituyen por cuadros vejatorios que retratan grotescas caricaturas que pretende representar en este caso a los sinaloenses como si fueran esos personajes bajunos, la verdadera conciencia de Sinaloa.
Sin empacho, el candidato de Morena Rubén Rocha Moya, trae como alter ego a un sujeto vulgar, pedestre con lenguaje vomitivo, como si fuera acompañado del prototipo de sinaloense. Éste, un tipo vestido de mujer acompaña, como personaje de importancia al morenista, que se sonríe como si estuviera concursando de candidato a patiño, de un cómico de barriada.
Se trata, como dije, de avasallar al votante de Sinaloa, de sacarlo de onda, de desubicarlo, porque amañadamente los consejeros de la campaña rochista, creen que la gente se identifica con el burdo personaje malhablado.
Se pasan de lanzas. Buscan que, en el imaginario colectivo del subconsciente del elector, prevalezca la idea mezclada que la Gilbertona representa a Sinaloa, y que la política se trata de despiporre, nada que sea compatible con la dignidad del ser humano, y le restan importancia al voto, para decidir un gobierno de seriedad ante problemas que requieren de reflexión y buen tino.
Pero el plan de descalificar a Sinaloa, tiene su epicentro en la Capital, en las oficinas del Secretario de Agricultura, Víctor Villalobos para quien los sinaloenses productores, son un ejemplo incómodo, porque rompen con la imagen de un agro mexicano de pobres desarrapados, que quisiera, así estuviera todo el país, para que fluyeran los recursos de los contribuyentes y meter a su gente a repartirlos…. y el que parte y reparte, se queda con la mayor parte.
En este caso, Villalobos se tiró de alfombra con Amlo, de queda bien, al nombrar a uno de sus guaruras, de los que andan empujando a la gente en las giras presidenciales: Octavio Almada Palafox un supuesto psicólogo deportivo como director de CONAPESCA, cuyas oficinas a nivel nacional están en Mazatlán, y donde se supone se iba a contratar gente de Sinaloa, para que en el gabinete presidencial hubiera tan siquiera alguien de Sinaloa.
No, escogieron un sujeto sin ninguna vinculación con la pesca, sin experiencia en la administración pública para restregarle en la cara a los ciudadanos de Sinaloa y de todo México, que no se necesitan credenciales para ocupar un puesto, sino ser de las confianzas del jefe, para lo que sea, y mande….
Porque Almada es un mandadero que no aparece en los registros de profesiones.
Nada mas póngase a pensar, México una potencia pesquera, en manos de un guarura, que no es ni siquiera profesional de la seguridad.
AMLO dejó chico a Calígula que nombró Cónsul a su caballo, para humillar a los romanos… así le hace, éste, para humillar a profesionales de la biología marina, de las artes de la pesca, de los industriales; muchos hijos de pescadores de generaciones, conocedores del Mar de Cortés y el Pacífico, tienen que trabajar repartiendo cerveza porque el gobierno de Morena, prefiere a porros mediocres que dar oportunidades a sinaloenses con capacidad probada.
¡Ya basta de querer quebrar el espíritu de Sinaloa!
